El gobierno japonés planea descargar más de un millón de toneladas de agua radiactiva contaminada de la planta nuclear de Fukushima al Océano Pacífico, enfureciendo a los pescadores, informaron los medios locales.
Japón ha debatido qué hacer con el rápido incremento de las aguas residuales radiactivas almacenadas durante años, y ahora la decisión de descargarla en el océano podría confirmarse a finales de mes.
Actualmente, Japón almacena el agua radiactiva en más de 1,000 tanques, pero con 170 toneladas adicionales del subproducto radiactivo que se producen cada día, el espacio de almacenamiento se está agotando rápidamente.
Se estima que todos los tanques habrán alcanzado su capacidad máxima para el verano de 2022 y el Chief Cabinet Secretary japonés, Katsunobu Kato, dijo el viernes que la decisión fue una que ellos “no podrían seguir retrasando”, informó Kyodo News.
El agua se utiliza para enfriar el núcleo del reactor nuclear de Fukushima, que entró en colapso después del catastrófico terremoto y tsunami de 2011 que golpeó la planta.
El gobierno previamente consideró construir más tanques para almacenar el agua adicional, o intentar evaporar el agua a la atmósfera, pero un panel asesor recomendó liberarla en el océano como la solución más eficiente. Sin embargo, no se espera que el proceso de descarga al océano comience hasta 2022 y es probable que tarde 30 años en completarse.
La perspectiva de una descargar al océano ha reavivado las preocupaciones entre los pescadores locales que temen que podría destruir su industria.
“Estamos aterrorizados de que si se encuentra que incluso un pez ha excedido los estándares de seguridad (de radiación) después de que se descarge al oceabo el agua radiactiva, la confianza de la gente en nosotros caerá en picada”, dijó un pescador local según citó Kyodo News.
Hiroshi Kishi, quien dirige una confederación de cooperativas de pesca japonesas dijo a los funcionarios la semana pasada que la descarga podría tener un “impacto catastrófico” en la industria.
La pesca se detuvo por completo tras el desastre de 2011 y, a pesar de una reciente recuperación, los pescadores de la región siguen enfrentándose a restricciones comerciales internacionales. Corea del Sur, que todavía prohíbe todas las importaciones de pescado de la región, ha descrito la propuesta como una “grave amenaza.”
El colapso inicial en 2011 obligó a la evacuación de 150,000 personas ubicadas a menos de 20 km de la planta, así como de áreas exteriores que experimentaron altos niveles de lluvia radioactiva. Se espera que el proceso de limpieza tome muchos años más para ser completado.
Fuente: RT