El presidente Omar al-Bashir, que gobernó Sudán durante más de 30 años consecutivos, fue expulsado del poder luego de que los enfrentamientos mortales entre manifestantes y fuerzas de seguridad alcanzaron un climax esta semana.
Al-Bashir fue derrocado el jueves en un golpe de estado por las fuerzas armadas, que dicen que después de un período de dos años de gobierno militar seguirán las elecciones. El ministro de Defensa Awad Mohamed Ahmed Ibn Auf dijo en un discurso televisado que Bashir, de 75 años, estaba bajo arresto en un “lugar seguro” y que un consejo militar ahora dirigía el país.
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En las primeras horas del día, las fuerzas armadas sudanesas dijeron que “presentarían una declaración importante en breve”. Se produjo después de informes de vehículos blindados que rodean el palacio presidencial de al-Bashir en la ciudad capital de Jartum.
Mientras miles de manifestantes se reunían para un planton fuera del cuartel general del ejército en Jartum, las estaciones de radio y televisión emitían imágenes de marchas militares y música patriótica. Las personas que participaron en una vigilia de protesta fuera de la sede del ejército cantaban “(El gobierno) ha caído. Ganamos “, mientras que esperaban más noticias, según Reuters.
La agencia de noticias también informo que las tropas allanaron la sede del movimiento islámico liderado por al-Bashir.
Se cree que se estableció un organismo de transición dirigido por los militares, pero esto aún no se ha confirmado. Mientras tanto, un grupo sudanés que coordinó la protesta exigió que se entregara el poder a una entidad interina civil, no militar.
El último giro de la crisis en Sudán se produce después de los enfrentamientos entre activistas antigubernamentales y fuerzas de seguridad uniformadas en los últimos días.
En total, se dice que 49 personas murieron en actos de violencia relacionados con las protestas desde que surgieron manifestaciones sobre los planes del gobierno para aumentar considerablemente el precio del pan en diciembre de 2018.
El presidente al-Bashir llegó al poder en un golpe de estado en 1989 llevado a cabo por los militares después de una guerra civil de 21 años. A mediados de la década de 2000, al-Bashir enfrentó denuncias de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad después de un conflicto en la región occidental de Darfur.
La International Criminal Court (ICC) en La Hague ha emitido una orden de arresto y una prohibición de viajar a al-Bashir. Al-Bashir ganó elecciones consecutivas en 2010 y 2015, pero prometió a principios de 2019 que no buscaría la reelección una vez que su mandato terminara en 2020.
Fuente: RT
