Los físicos han dicho que han probado, mediante el análisis de ondas gravitacionales desde el espacio, una teoría desarrollada por Stephen Hawking en la década de los 1970s, que afirma que los agujeros negros no pueden disminuir en el área de superficie con el tiempo.
En un estudio publicado el Lunes, científicos del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y la Cornell University compartieron sus hallazgos de un proyecto de investigación que analizó las ondas en el espacio-tiempo creadas por dos agujeros negros que se expandieron hacia adentro y finalmente se fusionaron en un agujero negro más grande.
Las ondas estudiadas fueron las primeras ondas gravitacionales identificadas, detectadas por el Observatorio Advanced Laser Interferometer Gravitational-Wave en 2015.
Dividiendo los datos de las ondas gravitacionales en segmentos de tiempo antes y después de que los agujeros negros se fusionaran, los investigadores calcularon las áreas superficiales de los agujeros negros en ambos períodos.
Los físicos encontraron que el área de superficie del nuevo agujero negro era en realidad mayor que los dos agujeros negros iniciales combinados. El hallazgo confirma una predicción hecha por el famoso científico, Stephen Hawking, en la década de los 1970s, en la que afirmó que los agujeros negros no pueden disminuir en el área de superficie, ya que refleja la regla de la física, que la entropía o el desorden no pueden disminuir con el tiempo.
La ley de Hawking establece que el área de superficie del agujero negro no aumentará por sí sola, pero cuando las cosas entran en él, gana masa y, en consecuencia, su área de superficie aumenta.
Mientras que los objetos entrantes pueden hacer girar el agujero negro, lo que disminuye el área de superficie, el aumento de tamaño debido a la masa adicional siempre será mayor que el tamaño perdido al girar.
“Es la primera vez que podemos poner un número en esto”, dijo Maximiliano Isi del MIT.
La premisa también nació de la teoría general de la relatividad de Albert Einstein que describe la física y la relación detrás de los agujeros negros y las ondas gravitacionales.
Fuente: RT