La Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (Agtsyp) denunció en Argentina que tres formaciones de la línea C adquiridas a Japón en 2013 y puestos en circulación dos años después presentan rastros de amianto.
En 2013 compraron, esta vez a Japón, trenes con asbesto y circulan desde 2015 en la línea C”, informó el secretario general del gremio Beto Pianelli, durante una rueda de prensa.
Del mismo modo que la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) compró al Metro de Madrid 36 vagones CAF 5000 entre 2011 y 2012 que estaban contaminados con amianto, la compañía adquirió un año después a Japón trenes del modelo Mitsubishi 5000 que también contenían este componente cancerígeno.
Los estudios a los que accedió el sindicato detectaron vestigios de asbesto “en la cabina de conducción y en el salón debajo los asientos” en tres formaciones que siguen en funcionamiento, cada una de las cuales está compuesta por cinco vagones, sostuvo el referente gremial.
Vamos a exigir que los trabajadores conductores y guardas que han trabajado en esa cabina ingresen al registro de agentes de riesgo, que es el monitoreo de salud que le tienen que hacer a los trabajadores hasta el último día de sus vidas”, sostuvo Pianelli.
El amianto, un mineral de origen metamórfico, también puede producir varios tipos de cáncer y asbestosis, una clase de fibrosis pulmonar.
Estas afecciones, que llegan a ser letales, pueden tardar hasta 20 años en manifestarse.
Trece trabajadores afectados
Trece de los 180 operarios del subterráneo de Buenos Aires que trabajaban en la línea B, donde circulaban las formaciones compradas al Metro de Madrid, y se sometieron a pruebas médicas, fueron diagnosticados con placas pleurales ocasionadas por el contacto con asbesto, confirmó a Sputnik el jueves la secretaria de organización de (Agtsyp), Virginia Bouvet.
Otros 1,200 trabajadores deben someterse a los mismos estudios que se realizarán en el Hospital Británico de la ciudad de Buenos Aires por orden de la Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART).
Sbase presentó a finales de octubre una denuncia contra el Metro de Madrid en el juzgado de primera instancia 101 de Madrid por venderle las 36 formaciones contaminadas con amianto cuando su comercialización está prohibida en España desde diciembre de 2002.
Un mes antes, el ingeniero en Seguridad Ambiental e inspector de la subsecretaría de Trabajo de la Ciudad, Edgardo Castro, presentó una denuncia contra el presidente Mauricio Macri y contra Horacio Rodríguez Larreta, actual alcalde de la capital argentina, así como contra el presidente de Sbase, Eduardo de Montmollin.
El Gobierno de Macri compró cada vagón por 550,000 dólares y no sólo no se cercioró de la presencia de asbesto en las formaciones, sino que al descubrirlo trató de ocultarlo, de acuerdo a la denuncia que acusa a los funcionarios de los delitos de violación de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad y encubrimiento.
Fuente: Sputnik
