La adopción de plaguicidas altamente tóxicos por parte de Brasil (el gobierno aprobó 262 en lo que va del año y relajó las regulaciones sobre lo que se considera “extremadamente tóxico”) está afectando a las personas que se encuentran fuera de sus fronteras, dijo un experto a RT.
“Los plaguicidas prohibidos por la Union Europea se están fabricando en la Union Europea y luego regresan a los ciudadanos de la Union Europea, en los alimentos que comemos”, dijo a RT el periodista ambiental y miembro fundador del think tank Green Economic Institute, Oliver Tickell. explicando que, como uno de los mayores exportadores de soya del mundo, Brasil suministra una cantidad significativa de alimentos que el ganado y otros animales consumen en todo el mundo. Los consumidores europeos que comen un jugoso bistec no tienen idea de que la criatura que comen podría haber sido alimentada con soya rociada con pesticidas altamente tóxicos.
Herbicida cancerigeno Roundup de Monsanto es encontrado en cervezas populares y en vinos – estudio
“Esto no es solo un problema para Brasil y la poblacion brasileña y las personas expuestas en el campo a estos pesticidas y los consumidores y agricultores”, advirtió Tickell. “Esto en realidad está afectando a personas de todo el mundo a través de las exportaciones agrícolas de Brasil”.
ANVISA, la agencia reguladora de salud pública de Brasil, relajó las regulaciones de pesticidas la semana pasada para que solo aquellos químicos con potencial letal puedan clasificarse como “extremadamente tóxicos”, lo que provocó una reacción masiva de grupos ambientalistas, organizaciones de derechos humanos y defensores de la seguridad alimentaria. El gobierno derechista fervientemente pro-empresarial del presidente Jair Bolsonaro ya aprobó 262 pesticidas este año, 82 de los cuales están clasificados como “extremadamente tóxicos”, mientras cumple con las promesas de campaña de demoler las regulaciones ambientales y abrir las tierras protegidas de la selva tropical a la minería y la agricultura. .
Decenas de pesticidas prohibidos o regulados estrictamente en la Union Europea, incluidos el Paraquat y el Chlorpyrifos, ya estaban autorizados para su uso en Brasil antes de que Bolsonaro tomara el poder, y el país usa aproximadamente 400,000 toneladas de pesticidas por año, según Human Rights Watch. Mientras que la ministra de Agricultura, Tereza Cristina, ha negado rotundamente que Brasil use más pesticidas que cualquier otro país, atribuyendo tales acusaciones a “manipulación de datos” y acusando a los críticos de “terrorismo”, EcoWatch afirma que el país consume más pesticidas per cápita que cualquier otra nación.
Fuente: RT
