En noticias bastante preocupantes, investigadores en China advierten que características y tácticas similares utilizadas tanto por el HIV (SIDA) como por el SARS-CoV-2 (Covid-19) podrían significar que la humanidad tendrá que adaptarse a la vida con el coronavirus, tal vez indefinidamente.
Ambos virus eliminan markers (marcadores) – conocidos como major histocompatibility complex o MHC abreviado – en la superficie de las células utilizadas por nuestro sistema inmunológico para identificar y matar infecciones. Piense en estos marcadores como un equipo de fuerzas especiales que identifican un objetivo (agente maligno) con un láser antes de un ataque aéreo de precisión.
Coronavirus vs el sistema inmune humano: la brutal guerra microscópica por la supervivencia
Los investigadores, dirigidos por el virólogo Zhang Hui de la Sun Yat-sen University en Guangzhou, recolectaron killer T cells (células T asesinas), células inmunes producidas por las personas después de superar una infección, de cinco pacientes recuperados de Covid-19.
Sin embargo, las células T asesinas recolectadas por los investigadores fueron ineficaces, ya que faltaban los MHC, lo que significa que el sistema inmunológico de los pacientes esencialmente estaría luchando ciego si se volvieran a infectar en el futuro, haciendo que la recuperación sea tan difícil la segunda vez que la primera, al tiempo que abre la posibilidad de una infección crónica.
El coronavirus elimina estos marcadores produciendo una proteína conocida como ORF8 que se une a las moléculas de MHC y las tira dentro de una célula infectada donde las destruye, haciendo que la célula infectada parezca normal para el sistema inmunológico. Esta misma proteína ORF8 es utilizada por un gran número de kits de prueba de coronavirus comerciales para detectar cargas virales en hisopos orales o nasales.
Zhang y su equipo proponen el desarrollo de medicamentos “específicamente inhibiendo la alteración de la MHC por ORF8, y por lo tanto mejorando la vigilancia inmune para la infección por Sars-CoV-2.”
También señalan que el coronavirus muestra “algunas características de los virus (que causan) infección crónica” en su paper no revisado por pares, publicado en el sitio web preimpreso bioRxiv.org el domingo, lo que indica que el coronavirus puede estar aquí para quedarse.
Estudios anteriores identificaron otra similitud entre el coronavirus y el HIV; ambos poseen una “espiga” de proteínas que les permite ingresar a muchos tipos de células humanas y unirse a ellas, haciéndolos aún más persistentes que otros tipos de infección.
Zhang Shuye del Shanghai Public Health Clinical Centre en la Fudan University dijo que los resultados no fueron sorprendentes y que los virus pueden compartir rasgos similares si están expuestos a presiones selectivas similares; por ejemplo, la supresión de moléculas MHC también ocurre en virus como el herpes, que pueden persistir durante toda la vida de una persona.
“Lo que debemos tener en cuenta a través de esta pandemia es que, aunque el virus puede tener algunos rasgos que son nuevos o inesperados, la mayoría de los pacientes se recuperan”, dijo Zhang. “Esto debería darnos algo de confianza.”
A modo de comparación, a partir de 2018, aproximadamente 37.9 millones de personas están infectadas con el HIV en todo el mundo, mientras que se cree que el número de muertos desde el gran brote inicial en 1981 es de alrededor de 32 millones.
Sin embargo, afortunadamente, el coronavirus no secuestra las células T para reproducirse, lo que lo hace mucho menos mortal que AIDS (SIDA), la afección causada por la infección por HIV, y también muta a un ritmo mucho más lento.
Fuente: RT