Líderes de todo el mundo han participado en el lanzamiento de una iniciativa mundial para garantizar la igualdad de acceso a la futura vacuna contra el nuevo coronavirus. El evento, organizado por la World Health Organization (WHO – Organizacion Mundial de la Salud – OMS), fue notablemente ignorado por los Estados Unidos.
El lanzamiento de la “ACT accelerator” se llevó a cabo el viernes en la sede del organismo de salud de la ONU en Ginebra. El jefe de la WHO, Tedros Adhanom Ghebreyesus tuvo una lista de invitados bastante impresionante para la ceremonia, que incluía al presidente francés Emmanuel Macron, la canciller alemana Angela Merkel y la presidenta de la European Commission Ursula von der Leyen.
Como era de esperar en un mundo colapsado por Covid-19, dignatarios extranjeros tuvieron que utilizar enlaces de vídeo para participar. Sin embargo, ni un solo funcionario adecuadamente de alto rango de los Estados Unidos se presentó, y la ausencia no tuvo nada que ver con un mal funcionamiento técnico. La nación que la semana pasada canceló el financiamiento a la WHO por su supuesta encubrimiento de la gravedad de Covid-19 simplemente DESAIRÓ el evento.
“Esperamos con interés conocer más sobre esta iniciativa en apoyo a la cooperación internacional para desarrollar una vacuna para Covid-19 lo antes posible”, dijo un portavoz de la misión de Estados Unidos en Ginebra en un correo electrónico a Reuters antes de la reunión, enfatizando que no se había planeado “participación oficial de Estados Unidos”.
La iniciativa tiene por objeto garantizar que se proporcione acceso a kits de prueba, medicamentos terapéuticos y, en última instancia, vacunas probadas y certificadas a todos los que lo necesiten.
El Director de la WHO, Tedros Adhanom Ghebreyesus, cuya renuncia ha sido exigida por varios políticos estadounidenses, abrió la ceremonia alabando la respuesta científica mundial a la crisis de salud sin precedentes que plantea el coronavirus. Investigadores de todos los rincones del mundo se unieron para identificar el patógeno, desarrollar herramientas para predecir y frenar su propagación y encontrar formas de tratarlo.
Pero “incluso cuando las herramientas están disponibles, no habían estado igualmente disponibles para todos” en brotes anteriores, subrayó el funcionario de la ONU. “Nosotros no podemos permitir que eso suceda.”
El presidente estadounidense, Donald Trump, congeló la semana pasada los fondos de la WHO, a la espera de una investigación sobre lo que denominó un comportamiento “centrado en China” de la organización de salud global. Trump afirmó sin presentar pruebas que la WHO ayudó a China a engañar al mundo en los primeros días de la crisis al subestimar la gravedad de Covid-19. China y la WHO han rechazado los alegatos de trump.
Fuente: RT