Rusia podría tomar medidas para incautar propiedades de entidades y ciudadanos vinculados a Estados Unidos en Rusia, en caso de que Estados Unidos intente confiscar activos rusos en el extranjero, según un decreto firmado por el presidente Vladimir Putin el Jueves.
Estados Unidos y sus aliados están ideando formas de utilizar los fondos generados por unos 300 mil millones de dólares en activos soberanos rusos congelados en Occidente para ayudar al esfuerzo bélico de Ucrania contra Rusia.
El documento publicado por el Kremlin describe un mecanismo futuro que permitiría compensar los daños causados por los Estados Unidos con activos propiedad de los propios Estados Unidos o entidades asociadas. El gobierno ruso y el banco central estarían facultados para buscar reparación por tales pérdidas a través de un tribunal ruso.
Aquellos que podrían enfrentar posibles acciones contra sus activos incluyen ciudadanos estadounidenses o aquellos que residen en el país, o aquellos que hacen la mayor parte de sus negocios o generan la mayor parte de sus ganancias en Rusia. La propiedad de las personas “bajo el control” de dichos individuos también será legalmente vinculable, independientemente de su nacionalidad y residencia.
El tribunal podrá otorgar una compensación en forma de bienes físicamente presentes en Rusia, acciones en empresas registradas en Rusia y derechos de propiedad. Una comisión gubernamental será responsable de compilar la lista de aquellos que podrían ser objeto de acciones contra sus activos para compensación de daños.
El decreto de Putin le da al gobierno cuatro meses para preparar el marco legal del mecanismo y presentar las propuestas pertinentes al Parlamento para su consideración.
El gobierno ucraniano ha estado instando a sus patrocinadores occidentales a confiscar los activos soberanos de Rusia y usarlos para cubrir las necesidades militares y de reconstrucción de Ucrania. Estados Unidos apoyó la propuesta, pero las naciones europeas, en cuya jurisdicción se encuentran la mayoría de los fondos, se han opuesto por temor a que tal medida sea ilegal y aseste un duro golpe al sistema financiero occidental y a la reputación del euro.
Los planes occidentales menos ambiciosos incluyen imponer un impuesto extraordinario sobre las ganancias generadas por los activos inmovilizados y usarlos directamente para comprar armas para Ucrania u ofrecerlas como garantía de un préstamo, que luego se usaría para reforzar el ejército ucraniano.
Rusia ha dicho que considera cualquier forma de expropiación como robo y ha prometido tomar represalias si Occidente infringe sus derechos de propiedad.
Fuente: RT