Rusia llevó a cabo un ataque a gran escala contra el sector energético ucraniano y sus defensas antiaéreas durante la noche del Jueves, anunció el Viernes el Ministerio de Defensa en Moscú. El ataque involucró múltiples armas, incluidos misiles hipersónicos Kinzhal lanzados desde el aire y drones kamikaze.
Todos los objetivos se llevaron a cabo con éxito y todos los objetivos designados fueron alcanzados durante el ataque, dijo el ministerio en su informe diario. Los militares no mencionaron la ubicación exacta de ninguno de los objetivos.
Según el ejército ucraniano, el país fue atacado con un total de 99 proyectiles, incluidos unos 60 drones suicidas y tres misiles Kinzhal. Ucrania, que habitualmente ha afirmado derribar proyectiles entrantes a tasas excepcionales, dijo que unas 84 de las municiones habían sido derribadas. Esta vez, sin embargo, no reclamó ningun derribo de misiles hipersónicos Kinzhal.
A pesar de las afirmaciones del ejército ucraniano, se informaron ataques en varios lugares de Ucrania. Se cree que las centrales hidroeléctricas y térmicas, así como la infraestructura de almacenamiento y tránsito de gas natural, fueron blanco del ataque nocturno.
Imágenes no verificadas que circulan en línea pretenden mostrar que la planta hidroeléctrica ubicada cerca de la ciudad central ucraniana de Kremenchug sufrió al menos dos impactos.
El grupo DTEK, la mayor empresa privada de generación de energía de Ucrania, dijo que tres instalaciones que opera habían sufrido daños durante el ataque.
Ataques rusos paralizan red eléctrica de Ucrania
Por separado, el Ministerio de Energía del país instó al público y a las autoridades por igual a ocultar información sobre los ataques, las instalaciones atacadas y la magnitud de los daños que podrían haber sufrido.
“La divulgación de dicha información es una amenaza muy grande, ya que la inteligencia enemiga está trabajando activamente con fuentes de información abiertas. No le dé al enemigo información valiosa que seguramente usará para planificar nuevos ataques”, afirmó el ministerio.
Rusia comenzó a atacar la infraestructura energética de Ucrania en el otoño de 2022 en respuesta al bombardeo del Puente de Crimea en Octubre de ese año. Aunque Ucrania inicialmente negó su responsabilidad, luego admitió su participación en el ataque.
La última campaña contra la infraestructura crítica de Ucrania se lanzó a principios de este mes a raíz de los intentos de Ucrania de irrumpir en las regiones rusas de Kursk y Belgorod, así como de ataques indiscriminados contra asentamientos a lo largo de la frontera, incluida la propia ciudad de Belgorod.
A diferencia de la campaña anterior, que se centró principalmente en las subestaciones de conmutación, la nueva serie de ataques parece haberse dirigido a las propias instalaciones de generación de energía, varias de las cuales sufrieron daños críticos, incluida la central hidroeléctrica más grande de Ucrania, DneproGES.
Fuente: RT