La respuesta de Rusia a los planes de Trump de abandonar el tratado INF podría ser reinstalar bases militares en Cuba, dijo el State Duma defense committee head. El también predijo “una nueva crisis cubana” si Estados Unidos y Rusia no llegan a un acuerdo.
Estados Unidos planea retirarse del crucial tratado de la Guerra Fría, Intermediate-Range Nuclear Forces (INF), y la respuesta de Rusia puede estar en el espíritu de esos tiempos, es decir, reactivar las instalaciones militares en Cuba. Esto es de acuerdo con Vladimir Shamanov, el head of the State Duma defense committee y ex comandante de las Tropas Aerotransportadas.
De hecho, el gobierno cubano tiene que permitir que los militares rusos regresen, y esto se trata más de política que de cuestiones de defensa, especuló Shamanov.
“La evaluación de este escenario está en marcha y las propuestas (de política) vendrán después”, dijo a la Agencia de Noticias Interfax de Rusia sin dar más detalles.
Este tema puede ser abordado cuando el nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, visite Rusia a principios de Noviembre. Díaz-Canel, una cara nueva del Partido Comunista de Cuba, desconfía de la presencia militar extranjera, pero “la política es materia viva”, dijo Shamanov.
“Cuba tiene sus propios intereses y se vio afectada por las sanciones de Estados Unidos”, el agregó.
Anteriormente, el general retirado instó a Rusia y Estados Unidos a llegar a un acuerdo y volver a la reconciliación.
“Si nosotros no lo paramos ahora y no hablamos, en realidad podemos crear condiciones similares a las que llevaron a la crisis cubana”, dijo RIA Novosti, quien lo citó.
La Crisis de los Misiles en Cuba fue una gran confrontación que llevó a Estados Unidos y la Unión Soviética al borde de la guerra nuclear a principios de los años 1960s. Durante el enfrentamiento, Rusia colocó misiles con ojiva nuclear soviéticos en Cuba en respuesta al despliegue de misiles nucleares estadounidenses en Turquía.
A lo largo del curso de la Guerra Fría, Rusia operó una instalación de inteligencia de señales en Lourdes, Cuba. Inaugurado en 1967, se decía que era la estación de escucha soviética más grande del mundo, con 3,000 empleados operando las instalaciones. Después del colapso de la Unión Soviética, la base de Lourdes se redujo de escala, pero continuó operando hasta 2001, cuando detuvo todas las operaciones.
Restaurar la presencia militar de Rusia en Cuba tendría mucho sentido, dijo Viktor Murakhovsky a RT. Dijo que la reactivación de la base de Lourdes no debería requerir un financiamiento sustancial, pero permitiría la recopilación de “inteligencia interesante sobre el vecino de Cuba”. Sin embargo, el señaló que “los tiempos en que desplegamos misiles en Cuba no volverán”.
La nueva US Navy’s 2nd Fleet es un “pato sentado” para los misiles rusos – US Minister
Konstantin Sivkov, otro experto militar y un oficial retirado de la Armada, no estuvo de acuerdo, afirmando que es poco probable que el ejército ruso regrese a la isla. “(En la década de 1960) Nosotros nos vimos obligados a tomar esta decisión (de enviar misiles a Cuba) porque no teníamos suficientes misiles balísticos intercontinentales. Ahora los tenemos.”
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, envió ondas de choque a principios de octubre cuando prometió retirarse del tratado INF, citando el argumento (siempre imperecedero) de que “Rusia violaba los acuerdos”. Rusia respondió, afirmando que el propio Estados Unidos habían incumplido el acuerdo historico al desplegar interceptores de misiles en tierra en Europa del Este, muy cerca de las fronteras con Rusia.
El entonces presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, y el líder soviético, Mikhail Gorbachev, firmaron el acuerdo en 1987 que entró en vigencia el próximo año. Esta fue la primera vez en la historia que las dos superpotencias acordaron desmantelar toda la clase de misiles balísticos y se concedieron inspecciones mutuas.
El propio Gorbachov atacó recientemente a Trump, cuyo objetivo, según afirmó, era liberar a Estados Unidos “de cualquier obligación, cualquier restricción, y no solo con respecto a los misiles nucleares”.
El primer y único presidente soviético dijo en un artículo de opinión para el New York Times que una nueva carrera armamentista está en marcha e instó a Rusia a tomar “una posición firme pero equilibrada”.
Fuente: RT