Estados Unidos ha expresado un “fuerte apoyo” a una comunidad ortodoxa autocéfala en Ucrania, mientras que la Iglesia ortodoxa rusa ha acusado al Patriarcado de Constantinopla de traicionar su fe para atender los intereses políticos de Estados Unidos.
Mientras que el gobierno ruso se ha negado a intervenir en los asuntos de la Iglesia, Estados Unidos, que tiene poco que ver con el mundo ortodoxo, reiteró “su firme apoyo” a la comunidad ortodoxa de Ucrania “para gobernar su religión de acuerdo con sus creencias, libre de interferencias externas”.
“Instamos a la Iglesia y a los funcionarios del gobierno a promover activamente estos valores en relación con el movimiento hacia el establecimiento de una Iglesia ortodoxa ucraniana autocéfala”, dijo el US Secretary of State, Mike Pompeo, en una declaración el viernes.
La declaración estadounidense se produjo un día después de que el Metropolitan Hilarion, jefe del departamento de relaciones externas de la Iglesia Ortodoxa Rusa (ROC), acusara a los Estados Unidos de interferir en los asuntos de la iglesia.
“Estados Unidos está interesado no solo en debilitar a Rusia sino también en debilitar a la Iglesia rusa”, dijo el Metropolitan Hilarión a la agencia italiana Il Messaggerо. “No tenemos dudas de que Estados Unidos está detrás de las acciones del Patriarcado de Constantinopla. “Y la prisa con que el Patriarcado de Constantinopla está tomando sus acciones ahora indica que está llevando a cabo una orden desde el exterior”.
La obtención de un estatus de autogobierno y autocéfalo para la Iglesia ortodoxa ucraniana es una parte esencial de las políticas en curso de Ucrania, encaminadas a abrir una brecha entre los pueblos rusos y ucranianos que han compartido la misma fe durante milenios.
Después de que el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, el 11 de octubre, decidiera proceder a conceder la autocefalia a la Iglesia de Ucrania, y levantara unilateralmente un anatema de los jefes de sus dos iglesias no canónicas, la Iglesia Ortodoxa Rusa cortó los lazos con Constantinopla, llamando el veredicto del Sínodo de El Patriarcado Ecuménico de Constantinopla “no canónico e ilegal”.
Fuente: RT