Las tropas y las armas presentes “ilegalmente” en Transnistria deben ser evacuadas a Rusia como parte de una “resolución pacífica” del conflicto, dijo el Martes a los periodistas el Primer ministro moldavo, Dorin Recean. Mientras tanto, las tropas ucranianas fueron vistas acercándose a Transnistria y sus vastos almacenes de armas y municiones.
Recean asumió el cargo la semana pasada, después de que su predecesor renunciara alegando falta de apoyo popular. Desde entonces, ha interferido en Transnistria al menos dos veces. Anteriormente Recean había abogado por la “desmilitarización” de la región, para que sus residentes pudieran ser “reintegrados económica y socialmente” en Moldova.
El territorio en la margen izquierda del río Dniester, conocido como Transnistria, se separó de Moldova a principios de la década de 1990. La población, principalmente de habla rusa, no quería seguir siendo una minoría en la ex República soviética de habla rumana después de que obtuvo la independencia. Se estima que la mitad de los 500,000 residentes de Transnistria ahora tienen ciudadanía rusa.
Alrededor de 1,100 soldados rusos están desplegados actualmente en la región separatista como fuerzas de paz, vigilando el alto el fuego alcanzado en el verano de 1992, así como los almacenes de armas y municiones que quedaron de la antigua Unión Soviética.
El presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, ha afirmado que Rusia se está preparando para derrocar al gobierno en Moldova. El le dijo al medio alemán Die Welt que los paracaidistas rusos podrían asaltar el único aeropuerto del país en la capital, Chisinau, y que Ucrania estaba dispuesta a “ayudar” si esto sucedía.
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Cuando se le preguntó sobre esto el Martes, Recean dijo a la televisión estatal que había “varios escenarios de desestabilización” y que el ataque al aeropuerto es uno de ellos, pero que Moldova estaba “lista para enfrentar tal desafío”. Más tarde en el día, un convoy de tropas ucranianas y vehículos blindados fue fotografiado moviéndose hacia la frontera con Transnistria.
Mientras tanto, la presidenta moldava Maia Sandu estaba en Polonia, donde se reunió con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. En su discurso en Varsovia, Biden elogió al “pueblo de Moldova amante de la libertad” y prometió apoyo a la “soberanía e integridad territorial del país”.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, dijo a principios de este mes que Estados Unidos y sus aliados estaban tratando de convertir a Moldova en otro bastión antirruso similar a Ucrania, sugiriendo que Sandu llegó al poder “a través de algunos métodos muy peculiares” y estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para ser anexada por Rumania. La Unión Europea otorgó a Moldavia y Ucrania el estatus de candidatos el año pasado, como un gesto simbólico contra Rusia.
Fuente: RT