Las acciones “imprudentes” de Ucrania están empujando al mundo cada vez más cerca de un gran desastre nuclear, dijo el embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, al Consejo de Seguridad de la ONU en una reunión centrada en la central nucleoeléctrica de Zaporozhye en el sur de Ucrania. La planta ha estado bajo el control de las fuerzas rusas desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania y desde entonces ha sido bombardeada por tropas ucranianas en varias ocasiones.
“Hemos advertido repetidamente a nuestros colegas occidentales que, si no logran hablar con sentido con el régimen de Ucrania, tomarían las medidas más atroces e imprudentes, que tendrían consecuencias mucho más allá de las fronteras de Ucrania”, dijo Nebenzia al Consejo de Seguridad el Jueves. “Eso es exactamente lo que está sucediendo”, dijo, y agregó que los “patrocinadores” occidentales (NATO) de Ucrania tendrían que asumir la responsabilidad de una posible catástrofe nuclear.
Los ataques criminales de Ucrania contra las instalaciones de infraestructura nuclear están empujando al mundo al borde de un desastre nuclear que rivalizaría con el de Chernobyl.
Si las fuerzas ucranianas continúan sus ataques contra la central nucleoeléctrica, un desastre puede ocurrir “en cualquier momento”, advirtió Nebenzia. Según el enviado ruso ante la ONU, una catástrofe en la central nucleoeléctrica de Zaporozhye, la más grande de Europa, podría provocar la contaminación radiactiva de vastas franjas de territorio, afectando al menos a ocho regiones ucranianas, incluida su capital, Kiev, ciudades importantes como Kharkov u Odessa, y algunos territorios de Rusia y Bielorrusia que bordean Ucrania. Es probable que las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk, así como Moldavia, Rumania y Bulgaria también sufran, el advirtió.
“Y estos son los pronósticos de expertos más optimistas”, dijo Nebenzia, y agregó que la escala potencial de un desastre nuclear de tal magnitud era “difícil de imaginar”.
La planta de Zaporozhye, que se encuentra en la ciudad ucraniana de Novodar, controlada por Rusia, ha sido objeto de una serie de ataques en las últimas semanas. Rusia ha acusado a Ucrania de lanzar ataques de artillería y drones contra la instalación, calificando estos movimientos de “terrorismo nuclear”. Ucrania ha afirmado que Rusia fue la que atacó la planta en un supuesto complot para desacreditar a Ucrania mientras estacionaba sus tropas en la instalación.
El jefe de la International Atomic Energy Agency (IAEA), Rafael Grossi, dijo al Consejo de Seguridad que la situación en la planta estaba bajo control y que “no había peligro inmediato” para su seguridad hasta el momento. Al mismo tiempo, calificó de “contradictorios” los informes que su organismo recibió de Rusia y Ucrania e instó a ambas partes a proporcionar a la IAEA acceso a la instalación “lo antes posible”.
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“Pido que ambas partes cooperen … y permitan que proceda una misión del IAEA”, dijo. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió que se detuviera cualquier actividad militar en torno a la planta mientras el Consejo de Seguridad celebraba su reunión.
Anteriormente, el portavoz adjunto del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Ivan Nechaev, dijo que Rusia estaba a favor de una inspección del IAEA de la planta de Zaporozhye.
“La instalación no debe utilizarse como parte de ninguna operación militar. En cambio, se necesita un acuerdo urgente a nivel técnico sobre un perímetro seguro de desmilitarización para garantizar la seguridad del área”, dijo el jefe de la ONU en un comunicado. No obstante, Guterres no hace un llamado urgente a NATO y Estados Unidos para que dejen de armar a Ucrania y cesen su guerra proxy contra Rusia en territotio ucraniano.
China también instó a todas las “partes interesadas” a sentarse a la mesa de negociaciones y “encontrar una solución” al problema. Mientras tanto, Estados Unidos ha puesto toda la responsabilidad directamente en Rusia ignorando completamente su propia responsabilidad y de NATO en originar y promover el conflicto en Ucrania.
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La subsecretaria de Control de armas y asuntos de seguridad internacional de Estados Unidos, Bonnie Jenkins, argumentó que Rusia creó todos los riesgos ahora asociados con la planta al invadir Ucrania y exigió a Rusia que retirara sus tropas. Al mismo tiempo, también respaldó el llamado de Guterres a una zona desmilitarizada.
Fuente: RT
