Rusia no exportará alimentos en detrimento de su propia población, dijo el vicepresidente del Consejo de Seguridad y ex presidente Dmitry Medvedev, y agregó que Occidente puede culpar a su propio “cretinismo cósmico” por la crisis que se avecina.
En una extensa publicación en Telegram, Medvedev comentó las recientes declaraciones de los líderes occidentales sobre la seguridad alimentaria. Como Rusia y Ucrania son los principales proveedores de trigo, que representan alrededor del 30% de las exportaciones mundiales, los precios han aumentado significativamente desde el lanzamiento de la ofensiva militar rusa en Ucrania y las posteriores sanciones impuestas a Rusia por Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y otros. El Miércoles, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que los fertilizantes y los productos alimenticios de Rusia deberían estar disponibles para los mercados mundiales sin obstáculos.
Medvedev estuvo de acuerdo en que sin trigo y otros suministros de alimentos de Rusia, los países importadores “tendrían un momento muy difícil”, especialmente, el señaló, porque, sin los fertilizantes rusos, “solo crecerían malas hierbas jugosas” en sus campos.
“Bueno … eso es triste. Ellos se tienen que culpar a sí mismos”, Medvedev escribió.
En opinión de Medvedev, Occidente ahora está “retrocediendo” porque “todas estas sanciones infernales ilegales no valen nada cuando se trata de cosas vitales”, como alimentos o energía.
Las sanciones interfieren con el deseo de todos de vivir una vida normal y próspera, argumentó el ex presidente ruso. La expansión de NATO y el “desastre con los cálculos de deudas, pagos y otras cosas” han agravado la situación, Medvedev dijo.
“Y lo que más interfiere es el propio cretinismo cósmico (de Occidente]”, el afirmó.
Según Medvedev, Rusia está lista para cumplir con todas sus obligaciones, pero tiene derecho a esperar cierta asistencia de los socios comerciales. De lo contrario, enfatizó, no tendría lógica: “Por un lado, se nos están imponiendo sanciones insanas y, por otro lado, Occidente exige suministros de alimentos.”
“Eso no sucederá, no somos idiotas”, el dijo, y agregó que no habría entregas de exportación en detrimento del mercado ruso.
“La comida para los ciudadanos de Rusia es un asunto sagrado”, el dijo.
Más temprano el Jueves, el asesor presidencial ruso Maxim Oreshkin predijo una hambruna global que, en su opinión, comenzaría “a finales de otoño o a finales de año.”
Desde el lanzamiento de la operación militar rusa en Ucrania a finales de Febrero, Rusia, Ucrania y varios actores occidentales se han estado acusando por la inminente crisis alimentaria.
Gigantescos caraduras
Durante la cumbre del G7 en Marzo, el presidente francés Emmanuel Macron presentó una “iniciativa para la seguridad alimentaria”.
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Esta implica un plan de emergencia para la liberación de existencias en caso de crisis, un compromiso multilateral de no imponer restricciones a la exportación de materias primas agrícolas, un aumento temporal de los umbrales de producción, el apoyo a la producción sostenible de alimentos en los países más vulnerables y la creación de un mecanismo que permita proporcionarles productos agrícolas “en cantidad suficiente y a precios razonables”, si es necesario.
Fuente: RT