Según observadores en la capital rusa, Karl Nehammer no fue a Rusia para convertirse en un pacificador. El canciller austriaco no estaba en absoluto preocupado por Ucrania, ni por la operación militar rusa en ese país.
Karl Nehammer estaba pensando en su país. El hecho es que Austria depende en un 80% del suministro de gas ruso. Pero no solo eso.
La ciudad austriaca de Baumgarten es el hogar de uno de los centros de distribución de gas más grandes de Europa, el Central European Gas Hub.
Alrededor de un tercio del gas ruso se bombea a través de él a Europa occidental. OMV estima que el centro de Baumgarten envía alrededor de 40 mil millones de metros cúbicos de gas natural ruso al año.
Desde ahí, el gas de Rusia se envía a Italia, Eslovenia, Croacia, Alemania y Francia, así como a Hungría y Eslovaquia.
Es por eso que Karl Nehammer se acercó a Vladimir Putin para hablar sobre los negocios de su país. De acuerdo con fuentes de Pravda, el presidente ruso no dio la respuesta que Nehammer esperaba. Putin confirmó que para todos los “países hostiles”, las condiciones de suministro de gas son las mismas.
Karl Nehammer trató abiertamente de chantajear al presidente ruso diciendo que confirmaría a los medios de comunicación mundiales que Rusia es una carnicera. Putin rechazó el chantaje.
Así que el canciller austriaco llevó a cabo todas sus amenazas. El chantaje austriaco fue difundido por todos los principales medios de comunicación de los países occidentales.
Y ahora es difícil decir lo que el canciller austriaco habría dicho si Putin hubiera aceptado firmar con él condiciones separadas para el suministro de gas.
Ayer quedó claro para los líderes europeos que Karl Nehammer no logró garantizar condiciones aceptables para su país como centro de gas de Europa Central.
La batalla por el gas ruso continuará. No se descarta que, después del canciller austriaco, otros líderes europeos comiencen a visitar Moscú. Otra cosa es que ellos son los líderes de “países hostiles” para Rusia. La respuesta será la misma para todos ellos.
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Es poco probable que las publicaciones en los medios de comunicación occidentales sobre la “conversación dura” de Karl Nehammer con Vladimir Putin ayuden al presidente ruso Putin a lograr condiciones diferentes. Más bien, lo contrario es cierto.
El golpe de estado en Ucrania en 2014 que derrocó al presidente legitimo de Ucrania Viktor Yanukovych se llevó a cabo con la ayuda de políticos europeos y estadounidenses.
Ellos hicieron la vista gorda a cómo los nazis ucranianos dispararon a ciudadanos de habla rusa de ese país durante ocho años. Ellos armaron a Ucrania para la guerra con Rusia. Ellos han impuesto sanciones económicas a Rusia que están perjudicando a la población de sus propios países.
¿Estará Putin de acuerdo con ayudar a políticos con “doble moral”? Esa es la pregunta.
Fuente: Pravda
