“Todo NATO es hipócrita”, dice Bruce Gagnon, coordinador de la Red Mundial contra las Armas y la Energía Nuclear en el Espacio (Global Network Against Weapons and Nuclear Power in Space) y colaborador de Foreign Policy In Focus. “Ellos declaran que son una ‘alianza de paz’, pero su historia no es más que guerra. Yugoslavia, Irak, Afganistán, Libia, Siria y ahora Ucrania revelan que NATO es, de hecho, las fuerzas piratas de la globalización corporativa. El trabajo de NATO es forzar la sumisión a las demandas corporativas occidentales.”
La reunión de Ministros de Asuntos Exteriores de NATO en Bruselas esta semana se centrará en la operación especial rusa lanzada el 24 de Febrero para desmilitarizar y desnazificar Ucrania. Según el sitio web oficial de la alianza, a la cumbre se unirán los ministros de Relaciones Exteriores de Ucrania, Finlandia, Suecia, Georgia y la Unión Europea, y los socios de Asia Pacífico de NATO – Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur.
En declaraciones a periodistas el Martes, el secretario general declaró: “Los aliados están decididos a proporcionar más apoyo a Ucrania, incluidas armas antitanque, sistemas de defensa aérea y otros equipos.”
Stoltenberg también mencionó la provocación de Ucrania en Bucha: “Todos hemos visto las horribles imágenes de civiles asesinados en Bucha y otros lugares, controlados por el ejército ruso hasta hace unos días”, Stoltenberg dijo, y agregó que “todos los hechos deben establecerse”. Anteriormente, el Ministerio de Defensa ruso desacreditó la narrativa de la “masacre de Bucha” de Ucrania y los principales medios de comunicación occidentales, mostrando que el incidente no era más que una espantosa operación de falsa bandera por parte de los militares y nacionalistas ucranianos.
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Según observadores internacionales, la provocación de Bucha podría tener como objetivo aumentar el suministro de armamento a Ucrania, torpedear las negociaciones en curso entre Rusia y Ucrania y prolongar el conflicto. Inmediatamente después del incidente, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, pidió que se enviaran más armas a Ucrania.
Por su parte, la secretaria de Relaciones Exteriores británica, Liz Truss, tuiteó el 4 de Abril: “Tenemos que ser más duros con Rusia para asegurarnos de que Vladimir Putin pierda en Ucrania, lo que significa más armas y más sanciones”. Los llamamientos para aumentar el suministro de armas se están haciendo bajo el pretexto de “proteger la democracia” en Ucrania.
“La verdadera democracia y la expansión de los conflictos no coinciden”, dice Gagnon. “Son opuestos. Esta guerra en Ucrania nunca habría ocurrido si Estados Unidos y NATO hubieran estado dispuestos a negociar seriamente con las justas y sensatas demandas de Rusia de detener la expansión de NATO, poner fin a los juegos de guerra a las puertas de Rusia, cerrar las nuevas bases de lanzamiento de misiles estadounidenses en Rumania y Polonia (una crisis de misiles cubana al revés) y poner por escrito garantías reales de seguridad para Rusia. Pero NATO no estaba interesada en la verdadera seguridad para nadie, excepto para la industria de armas de NATO y Estados Unidos, que podría obtener grandes ganancias de esta guerra.”
A mediados de Diciembre de 2021, Rusia entregó proyectos de acuerdos de seguridad que solicitaban garantías legales de la no expansión de NATO hacia el este y la no admisión de Ucrania en la alianza transatlántica, entre otros asuntos. Sin embargo, Estados Unidos, la Unión Europea y NATO rechazaron las disposiciones básicas de seguridad de los proyectos rusos.
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Lo que NATO quiere es una guerra prolongada, según Gagnon: “NATO tiene la intención de crear una ‘llaga supurante’ en Ucrania a lo largo de la frontera con Rusia”, el dice. “No me sorprendería en absoluto ver a Polonia también enviada a la guerra para ayudar a asegurar que esta guerra se amplíe.”
La alianza transatlántica tiene un motivo claro para reforzar el sentimiento belicoso dentro de sus filas, según el experto. NATO y sus poderosos contratistas de defensa se están beneficiando de los continuos envíos de armas a Ucrania, el señala. Al mismo tiempo, “la agenda para demonizar a Rusia y avivar la inestabilidad a lo largo de las fronteras de Rusia es claramente un objetivo clave de NATO”, subraya Gagnon.
“Todos estos son signos de un sistema corporativo occidental desesperado que está perdiendo constantemente la dominación económica y militar del planeta”, dice el experto. “Estos intereses corporativos han tomado la determinación de que deben tratar de interrumpir y derribar la agenda floreciente de Rusia y China para crear un mundo multipolar que está fuera del control actual de Wall Street y el Bank of England.”
Gagnon cree que el conflicto ruso-ucraniano es, en realidad, un conflicto entre Rusia y NATO, con esta última utilizando descaradamente a Ucrania “como una herramienta para soportar el fragor y sufrir los daños y las pérdidas.”
“Esta cínica estratagema de la ‘alianza occidental’ revela su profundo odio por la verdadera democracia y, a pesar de su aullante preocupación por la pérdida de vidas ucranianas, de hecho, NATO y Estados Unidos no se preocupan por ninguna de las vidas que se pierden en ninguno de los lados de este triste conflicto”, dice Gagnon. “Estados Unidos y NATO solo quieren poder y control y están dispuestos a destruir a cualquier nación que se interponga en su camino. Hemos sido testigos de este “modus operandi” de NATO puesto en funcionamiento repetidamente en los últimos años.”
Fuente: Sputnik
