Hasta 180 mercenarios extranjeros murieron en ataques de precisión llevados a cabo por Rusia contra centros de entrenamiento ucranianos ubicados en el complejo militar de Yavorovsky y cerca del asentamiento de Starichi, declaró el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.
Konashenkov explicó que estos centros se estaban utilizando para entrenar y organizar mercenarios extranjeros para luchar contra las tropas rusas en el este de Ucrania, así como para almacenar armamento enviado a Ucrania por paises extranjeros.
“Seguiremos atacando a mercenarios extranjeros que lleguen al territorio de Ucrania”, declaró Konashenkov.
Además, la Fuerza Aérea Rusa y las defensas aéreas destruyeron varios aviones ucranianos, incluido un avión de ataque Su-24 (NATO: Fencer) y 11 drones aéreos no tripulados. Dos de ellos eran drones de ataque y reconocimiento Bayraktar TB-2 de fabricación turca.
Los drones rusos también destruyeron 46 objetos militares de las Fuerzas Armadas Ucranianas, incluidos tres centros de comando, un sistema de misiles de defensa aérea y dos almacenes de municiones, así como varios vehículos militares, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa.
Quien use armas contra fuerzas rusas en Ucrania, se convertirá en blanco militar – Kremlin
Rusia ha pedido reiteradamente a los países extranjeros que impidan a sus ciudadanos viajar a Ucrania para unirse a las hostilidades allí, mientras las Fuerzas Armadas Rusas llevan a cabo una operación militar especial en Ucrania. Rusia señaló que cualquiera que ataque a las tropas rusas será considerado un objetivo militar válido.
El presidente Vladimir Putin ordenó el inicio de la operación el 24 de Febrero, a petición de las recién reconocidas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk (DPR y LPR). El insistió en que Rusia no tenía otra opción después de que Ucrania no implementara los acuerdos de Minsk y luego de los continuos ataques contra las repúblicas del Donbass. Los países occidentales condenaron la operación, calificándola de “invasión” y expresaron su disposición a suministrar armas a Ucrania, pero no prometieron otra ayuda militar, citando temores de desencadenar una tercera guerra mundial.
Fuente: Sputnik
