Rusia canceló el lanzamiento programado para el Viernes de su cohete Soyuz-2.1 b, después de que la compañía OneWeb, con sede en Londres, propietaria de la carga útil, se negara a proporcionar garantías legales adicionales de que sus satélites no se utilizarían con fines militares.
La cancelación no fue una sorpresa – el Jueves, OneWeb anunció en su cuenta de Twitter que su junta directiva había votado a favor de “suspender todos los lanzamientos” desde el cosmódromo Baikonur, el principal sitio de lanzamiento civil de Rusia.
A principios de semana, Dmitry Rogozin, jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, puso en duda la viabilidad de la misión del Viernes. El dijo que a Rusia le preocupaba que los satélites OneWeb, que proporcionan acceso a Internet en tierra, fueran utilizados por los miembros de NATO con fines militares, contrario a las garantías de la compañía de que la constelación de satélites no representaba una amenaza para Rusia.
Rogozin citó un movimiento muy publicitado de Elon Musk, quien está desarrollando el proyecto de Internet basado en el espacio de la competencia, Starlink. Cuando el gobierno ucraniano le pidió la semana pasada que proporcionara equipos Starlink, Musk dijo que el servicio se había puesto en operación para el país. El Jueves, Musk tuiteó que Starlink era “el único sistema de comunicaciones no ruso que aún funciona en algunas partes de Ucrania”, y que había una alta probabilidad de que los usuarios fueran “atacados”.
OneWEb no funcionará sin el lanzamiento de nuevos satélites – Roscosmos
Según el jefe espacial ruso, tanto Starlink como OneWeb son sistemas de doble uso. El dijo que la compañía podría convencerlo de lo contrario eliminando al gobierno británico hostil a Rusia como accionista y emitiendo una garantía legalmente vinculante de que sus satélites se usarían únicamente para fines civiles.
Durante una reunión televisada del Viernes sobre si proceder con el lanzamiento, un funcionario espacial ruso afirmó que OneWeb había enviado una carta a Rusia solo después de anunciar públicamente que suspendía los vínculos con Roscosmos.
Dmitry Loskutov, que dirige la filial de contratos extranjeros de Roscosmos, Glavkosmos, dijo que la carta había declarado que no se consideraban necesarias garantías adicionales. Señaló, sin embargo, que esas garantías contradecían el propio sitio web de la empresa, que anunciaba el uso militar de su sistema.
En consecuencia, Rogozin ordenó detener el lanzamiento, desmontar el cohete Soyuz y trasladar la carga útil al almacenamiento. No se llevarán a cabo más lanzamientos OneWeb por vehículos rusos en el corto plazo, el anunció.
La cooperación espacial entre Rusia y las naciones y empresas occidentales ha sido víctima de la escalada de tensión sin precedentes desencadenada por la invasión rusa de Ucrania la semana pasada. Los Estados Unidos y sus aliados han tomado represalias imponiendo duras sanciones económicas a Rusia, algunas de las cuales se dirigieron a Roscosmos.
En la misma entrevista del Miércoles en la que declaró su ultimátum a OneWeb, Rogozin lamentó que la crisis aparentemente hubiera puesto fin al programa ExoMars, que fue desarrollado conjuntamente por Roscosmos y la European Space Agency. El también sugirió que la International Space Station podría no funcionar más allá de 2024, el plazo actual establecido por su agencia para la participación de Rusia en el proyecto.
Los recursos ahorrados por la retirada de Rusia de la cooperación con las potencias occidentales, en cambio, se asignarán a proyectos conjuntos con naciones como China y a las misiones espaciales nacionales de Rusia, incluidas las militares, dijo Rogozin.
Fuente: RT