Los feroces combates que han matado a miles de personas en el este de Ucrania, hogar de un gran número de rusos étnicos, constituyen un genocidio, ha afirmado el presidente Vladimir Putin mientras los parlamentarios presionan para que el Kremlin reconozca la independencia de Donetsk y Lugansk.
Hablando el martes en una conferencia de prensa al final de las conversaciones con el canciller alemán Olaf Scholz, el líder ruso intervino sobre las crecientes tensiones que se desarrollan en la región devastada por la guerra.
“Solo puedo agregar que lo que está sucediendo en Donbass es genocidio”, Putin dijo. Cuando los reporteros le preguntaron si la presión por el reconocimiento de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk estaba guiada por la opinión pública y la simpatía de los rusos, y cómo tal movimiento podría afectar un plan de paz importante, Putin dijo que todavía era posible resolver los problemas en la región aplicando los acuerdos de Minsk.
“Tenemos que hacer todo lo posible para resolver el problema del Donbass, pero hacerlo primero y principalmente sobre la base de la posibilidad de implementar los acuerdos de Minsk”, el explicó, y agregó que esperaba que Alemania y Francia pudieran alentar a Ucrania a cumplir su parte del acuerdo.
Scholz, sin embargo, expresó su preocupación por la perspectiva del reconocimiento de Donetsk y Lugansk, alegando que tal movimiento violaría los protocolos y conduciría a una “catástrofe política”.
Los comentarios de Putin se producen poco después de que los legisladores en el parlamento de su país votaran abrumadoramente a favor de una resolución, presentada originalmente por el Partido Comunista, que pedía a Putin que reconociera la independencia de las dos regiones. Los diputados dijeron que la medida establecería el marco para garantizar garantías y proteger a la población, donde los rusos étnicos constituyen una gran minoría, de las amenazas externas.
Duma Estatal de Rusia aprueba proyecto de ley para el reconocimiento de las DPR y LPR
Donetsk y Lugansk declararon su autonomía de Ucrania en 2014 tras los acontecimientos del Maidán, cuando el gobierno de Ucrania fue derrocado como resultado de violentas protestas callejeras. Sin embargo, ni Rusia ni Ucrania reconocen actualmente su independencia.
Ucrania afirma que los separatistas del Donbass cuentan con el respaldo de Rusia, lo que el Kremlin niega, y ha criticado la emisión de más de medio millón de pasaportes por parte de Rusia a los ciudadanos que viven allí.
Putin insistió anteriormente en Diciembre del año pasado que lo que está sucediendo en las dos regiones es “muy reminiscente” de la limpieza étnica mientras hablaba en una sesión del Consejo Ruso para la Sociedad Civil y los Derechos Humanos. Según Putin, la “rusofobia” es el primer paso en el camino hacia el genocidio. Más de 13,000 personas, incluidos niños y ancianos civiles, han muerto en el conflicto, según estimaciones de la ONU.
Fuente: RT