Propiedades inmobiliarias por valor de casi 15 millones de dólares estadounidenses pertenecientes a los Testigos de Jehová en los alrededores de San Petersburgo se han transferido al estado ruso, después de que la organización fuera declarada grupo “extremista” a principios de este año.
Un tribunal de distrito de San Petersburgo incautó 16 propiedades en la aldea de Solnechnoye, en el golfo de Finlandia, que dictaminó fueron utilizadas ilegalmente por la organización. El inmueble, con un valor combinado estimado de $ 14.9 millones (881 mil millones de rublos), pertenecía a la ‘Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania’ (WTPA), la entidad legal oficial utilizada por los testigos de Jehová en todo el mundo.
El tribunal estableció que en 2000, la sucursal local transfirió la propiedad de los bienes raices a WTPA, bajo un acuerdo de donación. Sin embargo, a pesar del acuerdo de transferencia, la secta religiosa usó continuamente las instalaciones para sus propósitos de predicación y organización, en violación del acuerdo, dictaminó el tribunal.
Antes de la audiencia, los Testigos de Jehová emitieron una declaración en la que acusaron a las autoridades rusas de una cacería de brujas. “El contrato nunca fue cuestionado antes de la decisión de la Corte Suprema, y WTPA ha estado pagando impuestos sobre la propiedad desde la transferencia”, afirmó la organización, insistiendo en que el contrato era legal.
En marzo, el Ministerio de Justicia de Rusia suspendió las actividades de los Testigos de Jehová después de que se descubriera que algunas de sus prácticas y creencias constituían una amenaza para la sociedad y la seguridad pública. Algunas de las prácticas de las sectas incluyen prohibir estrictamente la transfusión de sangre creyendo que es pecaminosa, y los médicos no pueden llevar a cabo el procedimiento sin el consentimiento del paciente. Muchos padres que son Testigos de Jehová tampoco permitirán que sus hijos sean sometidos a transfusiones de sangre, poniendo sus vidas en peligro de muerte.
Un mes después de la acción del Ministerio de Justicia, el Tribunal Supremo declaró al grupo una “organización extremista”, liquidando la sede rusa del movimiento en San Petersburgo. Además, prohibió unas 395 organizaciones religiosas locales diseminadas por toda Rusia. El tribunal también ordenó que sus propiedades sean confiscadas por el estado.
Fuente: RT