Los temores en la Unión Europea de que la caída de Kabul ante los talibanes sea una victoria para Rusia y China muestran que la Unión Europea (NATO) está obsesionada con jugar a la política y no está interesada en el destino de la población afgana, dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov.
En una conferencia de prensa después de las conversaciones con su homólogo húngaro, Lavrov dijo que era lamentable que los funcionarios del bloque europeo no estuvieran tan preocupados por la situación humanitaria en el país. El máximo diplomático ruso criticó al jefe de política exterior de la Unión Europea, el español, Josep Borrell, quien afirmó la semana pasada que “lo que no podemos hacer es dejar que los chinos y los rusos tomen el control de la situación y sean aliados de Kabul, y volvernos irrelevantes.”
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Los comentarios se produjeron cuando un grupo de parlamentarios de alto nivel de la Unión Europea firmaron una declaración en la que declaraban que “deploraban profundamente la reciente calamidad política, militar y moral en Afganistán”. Según ellos, el bloque debe ahora desarrollar urgentemente una nueva estrategia para la región “considerando que Rusia y China intentará llenar el vacío político”.
Sin embargo, Lavrov criticó el enfoque de Borrell en la geopolítica de la situación, diciendo que “si el jefe de la política exterior de la Unión Europea piensa de esta manera, siento lástima por los Estados miembros que tienen que escuchar tal filosofía y, en principio, apoyarla. Borrell no está preocupado por el hecho de que debemos ayudar a los afganos a estabilizar su país lo antes posible.”
“Y en cuanto a esta mentalidad de que no se puede permitir que Afganistán caiga en manos de Rusia y China”, dijo el canciller ruso, “viene del mismo lugar que obligar a la gente a elegir si están con Occidente o con Rusia y China. Es triste que estos sean los que están desarrollando la política para la Unión Europea.”
Mientras que los talibanes están designados como una organización terrorista y prohibidos en Rusia, el Kremlin ha acogido a una delegación de sus representantes políticos y ha abierto vínculos bilaterales con el grupo en las últimas semanas en un esfuerzo por facilitar un acuerdo de paz. También se han hecho contactos con el grupo militante para facilitar los arreglos de seguridad para la embajada rusa en Kabul que, a diferencia de las embajadas de Estados Unidos o Reino Unido, no ha sido cerrada desde que el grupo islamista se hizo cargo de la capital de Afganistán.
A principios de este mes, el portavoz talibán Suhail Shaheen dijo que China era un “amigo” bienvenido en sus planes para reconstruir el país, y pidió a China que apoyara el desarrollo económico de Afganistán “lo antes posible”.
Fuente: RT
