Es posible que nunca se conozca el alcance completo de la injerencia occidental en Bielorrusia antes de las disputadas elecciones de Agosto de 2020. Sin embargo, las líneas generales de un amplio esfuerzo extranjero para desestabilizar al gobierno bielorruso son cada vez más claras.
Como informó RT a principios de esta semana, un par de bromistas rusos que se hacieron pasar por figuras de la oposición bielorrusa engañaron a representantes de alto rango del brazo estadounidense para golpes de estado. la National Endowment for Democracy (NED) para que expusieran el alcance de la participación clandestina de Estados Unidos en los disturbios que estallaron en Bielorrusia a lo largo de 2020.
Entre otras revelaciones explosivas, Nina Ognianova, quien supervisa el trabajo de la US NED con grupos locales en Bielorrusia, sugirió que “mucha de la gente” que fue “entrenada” y “educada” a través de los diversos esfuerzos de la organización allí fueron fundamentales para “los eventos, o la preparación de los eventos, del verano pasado”.
El antiguo jefe de la US NED Carl Gershman – quien en Septiembre de 2013, menos de seis meses antes del golpe de estado que cambió la orientación política en Ucrania, llamó a Ucrania “el mayor logro” para Estados Unidos – agregó que la US NED estaba trabajando con la controvertida figura de la oposición bielorrusa Svetlana Tikhanovskaya y su equipo “muy, muy estrechamente”. En total, la US NED financió al menos 159 iniciativas de la sociedad civil en Bielorrusia, con un costo de 7,690,689 dolares, solo de 2016 a 2020.
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Los candidos comentarios del equipo de la agencia estadounidense representan una rara admisión pública del papel insidioso y desestabilizador desempeñado por la US NED – en 1991, su entonces presidente reconoció, “mucho de lo que hacemos hoy lo hizo secretamente la CIA hace 25 años”. Sin embargo, los archivos filtrados de la Foreign, Commonwealth & Development Office (FCDO) del Reino Unido indican que Estados Unidos está lejos de ser la única potencia extranjera que intenta derrocar al gobierno de Bielorrusia.
En 2017, la entonces Primer Ministro del Reino Unido Theresa May dio a conocer un apoyo de £100 millones de libras esterlinas, ostensiblemente para luchar contra la “desinformación” del Kremlin. En la práctica, los archivos internos de la FCDO filtrados por el colectivo de hackers Anonymous dejaron en claro que el esfuerzo británico estaba principalmente dedicado a “debilitar la influencia del Estado Ruso”, particularmente en su “exterior cercano”. Como vecino cercano y posiblemente el aliado más importante de Rusia, Bielorrusia estaba como era de esperar en el punto de mira de la FCDO.
En Enero de ese año, Whitehall encargó un análisis exhaustivo de las percepciones, motivaciones y hábitos de los ciudadanos bielorrusos, con el fin de “identificar oportunidades” para “comunicarse adecuadamente” con ellos. En particular, el Reino Unido estaba interesado en “quejas existentes o potenciales contra su gobierno nacional” que podrían ser explotadas, y “canales y mensajes” por los cuales el gobierno del Reino Unido podría “interactuar adecuadamente con diferentes subgrupos de la población bielorrusa”.
El análisis fue realizado por el sombrío contratista de la FCDO Albany Associates, que en los últimos años también ha llevado a cabo numerosas operaciones de guerra de información en los Estados bálticos (Estonia, Lativia, Lituania), con el fin de “desarrollar una mayor afinidad” entre la minoría de habla rusa de la región con el Reino Unido, la Unión Europea y NATO. Mientras llevaba a cabo otro proyecto financiado por Whitehall dirigido a Rusia, la firma colaboró estrechamente con la ONG francesa IREX Europe, conectada con la US NED.
Una biografía adjunta señala que IREX ha estado trabajando en Bielorrusia desde 2006 “con medios impresos, en línea y de radio”, para “mejorar la calidad de su cobertura” y “aumentar su comprensión de la Unión Europea y los Estados miembros de la Unión Europea”. Como parte de su oferta para la audiencia juvenil en el país, se dice que la organización fundó Euroradio, con sede en Varsovia, junto con el medio en línea 34mag.
Las transmisiones producidas por Euroradio de la represión violenta contra los manifestantes en Minsk, Bielorrusia fueron transmitidas regularmente por los medios occidentales corporativos, incluida la BBC, durante el conflicto. El medio incluso amplificó específicamente las llamadas de la emisora estatal británica para que los activistas enviaran fotos y videos para su uso en la cobertura de noticias. Franak Viacorka – un miembro senior de la ONG occidental Atlantic Council, y ahora asesor senior de Svetlana Tikhanovskaya – aclamó prominentemente su informe “intrépido” sobre la agitación en Bielorrusia.
Euroradio también transmite repetidamente documentos relacionados con la Open Information Partnership (OIP), que es el “buque insignia” dentro del ataque propagandístico múltiple de Whitehall contra Rusia. Financiada por la FCDO por un monto de £10 millones de libra esterlinas, la organización mantiene una red de 44 socios en toda Europa central y oriental, incluidos “periodistas, organizaciones benéficas, think tanks, académicos, ONGs, activistas y verificadores de hechos”. Uno de los objetivos principales y encubiertos del colectivo es influir en “las elecciones que se llevan a cabo en países de particular interés” para la FCDO.
Los archivos clasificados dejan claro que la OIP ha participado en numerosas iniciativas con financiamiento y dirección encubierta en toda la región, ayudando a organizaciones e individuos a producir propaganda ingeniosa disfrazada de periodismo ciudadano independiente, que luego se amplifica a nivel mundial a través de su red.
Por ejemplo, en Ucrania, la OIP trabajó con un grupo de 12 ‘influencers’ en línea “para contrarrestar los mensajes respaldados por Rusia a través de estrategias editoriales innovadoras, segmentación de audiencias y modelos de producción que reflejaban el entorno político complejo y sensible”, lo que les permitió “llegar a audiencias más amplias con contenido atractivo que recibió más de cuatro millones de visitas”.
En Rusia y Asia Central, la OIP estableció una red encubierta de YouTubers, ayudándoles a crear videos “promoviendo la integridad de los medios y los valores democráticos”. A los participantes también se les enseñó cómo “hacer y recibir pagos internacionales sin estar registrados como fuentes externas de financiación” y “desarrollar estrategias editoriales para entregar mensajes clave”, mientras que el consorcio minimizó su “riesgo de procesamiento” y gestionó “comunicaciones del proyecto” para garantizar la existencia de la red, y de hecho el rol de la OIP, se mantuvo “en secreto”.
No sería nada sorprendente que se emprendieran esfuerzos similares en Bielorrusia. Después de todo, el país, junto con Moldavia y Ucrania, se menciona en los documentos filtrados como “el espacio más vital de toda la red” y una “prioridad de alto impacto” para Reino Unido, lo que sugiere que su elección de 2020 fue muy “de interés” para Whitehall. De ser así, tampoco sería sorprendente que muchos de los supuestos periodistas ciudadanos y medios de comunicación que cubrían los disturbios en Minsk, Bielorrusia recibieran financiación y capacitación de la OIP.
Todo el tiempo, también, MEMO 98, un miembro de OIP casualmente también financiado por la US NED, mantuvo una estrecha vigilancia sobre los disturbios incendiarios, publicando varios análisis de la cobertura de los medios y la actividad de los medios sociales relacionados con las protestas. Llamó especialmente la atención sobre la transmisión de Belsat TV – un canal con sede en Varsovia – fundado en Diciembre de 2007 por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia, que busca influir en el cambio político en Bielorrusia. El MEMO 98 elogió la “amplia cobertura de las protestas y la intimidación del gobierno bielorruso a activistas.”
Sorprendentemente, los archivos filtrados de FCDO indican que Belsat TV recibió un apoyo intensivo financiado por Whitehall de la Thomson Reuters Foundation, el ala “caritativa” internacional de las agencias de noticias, que incluyó 150 días de consultoría para mejorar la calidad de la transmisión de televisión y el alcance de la audiencia.”
Si bien las protestas se han desvanecido en gran medida en los últimos meses, y los llamamientos de Svetlana Tikhanovskaya para que los líderes occidentales la reconozcan como la presidenta legítima de Bielorrusia son ignorados, hay señales claras de que muchas otras plataformas de medios en Bielorrusia reciben un patrocinio vital desde el Reino Unido hasta el día de hoy.
En Marzo de 2021, la FCDO publicó una actualización sobre el progreso de su ‘Media Freedom Campaign’, que reveló que, durante el año pasado, Whitehall había asignado £950,000 libras esterlinas en financiamiento a los medios de comunicación bielorrusos, lo que les permitió “permanecer abiertos y mantener un nivel funcional del equipo.”
“Sin este apoyo, de lo contrario se habrían visto obligados a cerrar por medidas gubernamentales”, afirma el documento. “La financiación ha salvado puestos de trabajo y ha asegurado que los medios de comunicación independientes todavía puedan exigir cuentas al gobierno durante un período de acción cada vez más violenta por parte de las fuerzas de seguridad.”
Evidentemente, incluso durante una pandemia global, la maquinaria de cambio de régimen occidental debe continuar – y el gobierno del Reino Unido está comprometido a garantizar que la gente de todo el mundo continúe recibiendo un diluvio constante de propaganda sesgada de las calles de Minsk en Bielorrusia, con el fin de tornar la opinión pública en contra del gobierno no solo de Bielorrusia, sino también de Rusia.
Fuente: RT
