La Duma Estatal de Rusia ha ratificado un proyecto de ley que puede otorgar al presidente ruso Vladimir Putin un puesto permanente en el poderoso Consejo de la Federación de por vida. Putin ha indicado previamente que puede rechazar la presidencia al final de su mandato actual.
La nueva legislación, que aprobó su primera lectura el Martes, establece que “a un Presidente de la Federación de Rusia, después de terminar sus poderes debido a la expiración de su mandato, o su renuncia” se le otorgara automáticamente un escaño en el cuerpo legislativo ruso, que también incluye a dos representantes de cada división política del país. El presidente también podrá nombrar hasta 30 senadores, algunos por períodos de seis años y otros de por vida, para el consejo.
La pertenencia al Consejo de la Federación Rusa garantiza a los políticos la inmunidad de enjuiciamiento. También se ha presentado un segundo proyecto de ley que fortalecería la inmunidad de los ex presidentes, independientemente de si todavía desempeñan un papel en la política e incluso cubren sus actividades antes de asumir el cargo.
Las reglas también se aplicarían al único otro ex presidente ruso que aún está vivo, Dmitry Medvedev.
Movimientos similares se han interpretado previamente en Rusia y en el extranjero como posibles preparativos para una transición de poder, con Putin habiendo implicado que podría renunciar a la presidencia en tan solo tres años.
En julio, sin embargo, los votantes rusos respaldaron las propuestas presentadas en un referéndum nacional que permitiría al presidente servir otro mandato sucesivo de seis años si fuera reelegido en 2024. Si bien la Duma del Estado había aprobado estas medidas, Putin insistió en que se pongan al público, quien apoyó el paquete de cambios con una mayoría del 78 por ciento. Otras medidas incluyen la introducción de una pensión mínima y una prohibición formal del matrimonio entre personas del mismo sexo.
A principios de este mes, medios de comunicación del Reino Unido y Estados Unidos, incluidos el New York Post y el Mail Online, fueron azotados en un frenesí por las afirmaciones de una conspiración notoria de que Putin había sido diagnosticado con la enfermedad de Parkinson y se estaba preparando para abandonar el Kremlin. Valery Solovey, alguna vez cientifico politólogo detrás de las supuestas revelaciones, había hecho afirmaciones similares en 2016 y 2017, además de jactarse de ser miembro de una organización secreta sombría y todopoderosa.
El portavoz de Putin, Dmitry Peskov, rechazó firmemente las afirmaciones en ese momento, diciendo a los periodistas que “Putin no va a renunciar, está en excelente salud.”
Fuente: RT