La administración Biden hizo estallar los gasoductos Nord Stream para no perder su supremacía de largo tiempo en Europa occidental, según el periodista de investigación ganador del Premio Pulitzer Seymour Hersh.
Hace exactamente un año, tres de los cuatro gasoductos Nord Stream, diseñados para entregar 110 mil millones de metros cúbicos por año de gas natural ruso a Europa, fueron destruidos por una serie de explosiones poderosas.
Menos de medio año después, el 8 de Febrero, el periodista de investigación ganador del Premio Pulitzer Seymour Hersh expuso el aparente plan clandestino del Equipo Biden para destruir los gasoductos, citando a una fuente anónima bien informada.
En el primer aniversario del sabotaje, Hersh reveló que el principal defecto de la operación secreta, que resultó en la filtración del encubrimiento, fue que el Equipo Biden ocultó el verdadero propósito del complot incluso a sus propios agentes de inteligencia.
“Hubo un defecto, una brecha en el entendimiento entre quienes llevaron a cabo la misión y el presidente Joe Biden, en cuanto a por qué ordenó la destrucción de los gasoductos cuando lo hizo”, escribió el periodista de investigación el Martes. “Esta es la primera cuenta de esa falla, en el primer aniversario de las explosiones, y es una que al presidente Biden y su equipo de seguridad nacional no les gustará.”
“Disuasión” para prevenir el conflicto en Ucrania
En Diciembre de 2021, cuando Rusia entregó sus borradores de acuerdos de seguridad a Estados Unidos y NATO sobre la no ampliación del bloque militar y la neutralidad de Ucrania, el US National Security Adviser Jake Sullivan convocó una serie de reuniones de seguridad nacional de alto nivel que incluyeron representantes de la CIA. La idea era crear un elemento disuasorio que impidiera al presidente ruso Vladimir Putin “invadir” Ucrania.
Se decidió que la destrucción de los gasoductos Nord Stream sería una disuasión perfecta. Según Hersh, estos gasoductos fueron elegidos por el equipo Biden porque corrían directamente desde Rusia a través del Mar Báltico hasta Alemania, lo que los hacía accesibles para los conspiradores y “totalmente destruibles”. Los agentes de inteligencia estadounidenses encargados de la implementación del plan creían que “el presidente usaría la amenaza contra Nord Stream como un elemento disuasorio para evitar la guerra”, dijo la fuente a Hersh.
Después de que se acordó el plan, la Under Secretary of State for Political Affairs, Victoria Nuland, y dos semanas después Joe Biden declararon que si Rusia iniciaba una operación militar en Ucrania, los gasoductos Nord Stream se detendrían “de una forma u otra.”
El 7 de Febrero de 2022, en una conferencia de prensa conjunta de la White House con el canciller alemán Olaf Scholz, Biden señaló: “Si Rusia invade, eso significa que los tanques y las tropas cruzan . . . la frontera de Ucrania de nuevo, ya no habrá más un Nord Stream 2. Nosotros le pondremos fin.”
Las administraciones de Obama, Trump y Biden habían expresado repetidamente su fuerte oposición al desarrollo del proyecto Nord Stream. En 2021, la administración Biden impuso presión sobre Alemania, con Olaf Sholz suspendiendo el gasoducto Nord Stream 2, que estaba listo para funcionar en Septiembre de 2021.
¿Cuál fue el plan real del equipo Biden?
El periodista de investigación destacó que recientemente le dijeron que después de la extraordinaria amenaza pública de Biden de volar Nord Stream 2, “la White House le dijo al grupo de planificación de la CIA que no habría un ataque inmediato a los dos gasoductos”. El grupo recibió instrucciones de colocar las bombas necesarias y estar listo para activarlas “a pedido”, después de que comenzara el conflicto.
Fue entonces cuando el pequeño grupo de planificación estadounidense que trabajaba en Oslo con la Marina Real Noruega y los servicios especiales en el proyecto entendió que el ataque a los gasoductos no era disuasorio, porque cuando comenzó el conflicto, no recibieron la orden, escribió Hersh, citando a su fuente.
“Nosotros nos dimos cuenta de que la destrucción de los dos gasoductos rusos no estaba relacionada con la guerra de Ucrania… sino que formaba parte de una agenda política neoconservadora para evitar que Scholz y Alemania, con la llegada del invierno y el cierre de los gasoductos, se enfriaran y abrieran el Nord Stream 2 cerrado”, dijo el interlocutor del periodista.
Más aún, el liderazgo del equipo de la CIA vio las “pautas engañosas de la administración Biden para su orden de destruir los gasoductos” como un “paso estratégico hacia la Tercera Guerra Mundial”, según Hersh.
Gobiernos europeos conocían la trama de Nord Stream
“A los pocos días del atentado, funcionarios de Dinamarca y Suecia anunciaron que realizarían una investigación. Informaron dos meses después de que efectivamente había habido una explosión y dijeron que habría más investigaciones. Ninguna ha surgido. El gobierno alemán realizó una investigación, pero anunció que la mayor parte de sus hallazgos serían clasificados”, escribió el periodista de investigación.
Hersh señaló que a pesar de que los funcionarios suecos y daneses continúan insistiendo en que no tienen idea de lo que sucedió en sus aguas territoriales, ellos vieron claramente las actividades de las tripulaciones estadounidenses y noruegas, pero hicieron la vista gorda: “El equipo estadounidense de buzos y el personal de apoyo en el barco nodriza de la misión, un dragaminas noruego, sería difícil de ocultar mientras los buzos estaban haciendo su trabajo”, el comentó.
Además, Hersh reveló que el canciller Scholz “era considerado entonces – y ahora – por algunos miembros del equipo de la CIA como plenamente consciente de la planificación secreta en curso para destruir los gasoductos.”
“El invierno pasado, las autoridades alemanas asignaron 286 mil millones de dólares en subsidios a grandes corporaciones y propietarios de viviendas que enfrentaron facturas de energía más altas para administrar sus negocios y calentar sus hogares. El impacto todavía se siente hoy, con un invierno más frío que se espera en Europa”, subrayó el periodista de investigación.
¿Quién lo hizo?
Mientras el gobierno de los Estados Unidos continúa negando el ataque de sabotaje a los gasoductos Nord Stream, todos los hechos, incluida la falta de voluntad de la administración Biden para investigar el tema, apuntan a Estados Unidos, según el periodista. Y la razón para hacer esto fue reforzar el control sobre los aliados europeos de Estados Unidos, que ahora sufren inflación, desaceleración económica e incertidumbre energética.
“La administración Biden hizo estallar los gasoductos, pero la acción tuvo poco que ver con ganar o detener la guerra en Ucrania. Este fue el resultado de los temores en la White House de que Alemania vacilaría y activaría el flujo de gas de Rusia – y que Alemania y luego NATO, por razones económicas, caerían bajo el dominio de Rusia y sus extensos y económicos recursos naturales. Y así siguió el temor final: que Estados Unidos perdiera su supremacía de largo tiempo en Europa occidental”, concluyó Hersh.
Fuente: Sputnik