Rusia no permitirá que los países occidentales vuelen más gasoductos, dijo el Viernes el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov.
Rusia dependerá de socios confiables como China e India en su política energética, agregó, hablando en el foro de Diálogo Raisina en Nueva Delhi.
“La guerra a la que estamos tratando de poner fin, y que se inició contra nosotros utilizando al pueblo ucraniano, por supuesto, ha afectado la política rusa, incluida su política energética. En resumen, lo que ha cambiado es que ya no dependeremos de ningún socio en Occidente”, dijo Lavrov.
Cuando se le preguntó cómo el conflicto en Ucrania había influido en la política energética de Rusia, el Ministro de Relaciones Exteriores ruso dijo:
“La política energética de Rusia se orientará de ahora en adelante hacia socios confiables, en los que se pueda confiar. India y China, por supuesto, están entre ellos.”
Anteriormente, el Ministro de Relaciones Exteriores había expresado la “conmoción” de Rusia por la falta de castigo para quienes instigaron el ataque a Nord Stream, el reiteró la insistencia de Rusia en una “investigación justa y rápida” y prometió que Rusia no permitiría que una investigación sobre los ataques terroristas en los gasoductos Nord Stream sea barrida debajo de la alfombra.
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“Ustedes recuerdan cómo reaccionó Occidente a la investigación sobre Nord Stream publicada por Seymour Hersh – su reacción nerviosa . Empezaron a decir que era una tontería y que ni siquiera iban a discutirlo. Creo que esto deja todo claro. Pero haremos todo lo posible para que esta investigación se lleve a cabo”, dijo el principal diplomático ruso a Sputnik en una conferencia de prensa después de la reunión de los ministros de Relaciones Exteriores del G20 en Nueva Delhi, India, el 2 de Marzo.
Los gasoductos de gas natural Nord Stream 1 y 2 fueron construidos por compañías energéticas rusas y europeas para entregar hasta 110 mil millones de metros cúbicos de gas anualmente desde Rusia a Europa a lo largo del fondo del Mar Báltico. Sin embargo, secciones de la infraestructura fueron voladas en un ataque terrorista coordinado el 26 de Septiembre de 2022.
Un mes después de las explosiones, los funcionarios rusos acusaron a los “anglosajones” de responsabilidad, y el ejército ruso sospechaba de la Royal Navy británica. En Febrero, el periodista de investigación Seymour Hersh escribió sobre la operación con gran detalle en un artículo explosivo de Substack, señalando con el dedo acusador a los militares estadounidenses y noruegos por la operación clandestina. Los funcionarios occidentales se apresuraron a desestimar los informes de Hersh, mientras que gran parte de los principales medios occidentales siguieron su ejemplo.
Fuente: Sputnik