La estadounidense Coca-Cola corporation se ha visto obligada a cortar sus lazos con una granja que abastece a su compañía lechera Fairlife, luego de que activistas por los derechos de los animales publicaran imágenes terroríficas de crueldad animal en la granja y se produjeron protestas públicas.
En lo que llamó “la mayor investigación encubierta de productos lácteos en la historia”, la Animal Recovery Mission envió trabajadores encubiertos a Fair Oaks Farms en Indiana, una de las mayores granjas lecheras en Estados Unidos, que suministra leche para la marca Fairlife de Coca-Cola.
Las imágenes extremadamente gráficas que se publicaron el miércoles muestran a los trabajadores dar puñetazos, patadas y lanzar al suelo a terneros, así como golpear a los animales con varillas de acero y botellas de plástico de ordeño “casi a diario”. Los terneros recién nacidos son marcados de manera cruel y reciben una alimentación y nutrición inadecuadas. Los animales muertos y moribundos se dejan “hornear” al sol, y los terneros machos se venden a granjas de ternera, a pesar de las afirmaciones de la granja de lo contrario.
(Imagenes fuertes, se recomienda discreción)
Los trabajadores también cultivaron y fumaron marihuana en la granja, y ofrecieron cocaína al equipo encubierto en areas de trabajo.
“El maltrato de terneros es, por mucho, el peor abuso de bebés que hemos visto … en cualquier parte del mundo”, dijo el fundador de ARM Richard “Kudo” Couto. “Nada es peor que Fair Oaks Farms”.
Unas 30,000 vacas viven (y mueren) en Fair Oaks, una instalación de tamaño equivalente a 56,000 campos de fútbol. La mayoría vive dentro de 10 graneros del tamaño de un hangar de aviones, y se ordeñan tres veces al día, todos los días del año. Fair Oaks suministra leche a Fairlife, que es propiedad, comercializada y distribuida por la compañía estadounidense Coca-Cola.
Una tormenta en las redes sociales estalló, y los comentaristas pidieron un boicot a los productos Fairlife y Coca-Cola.
Para el miércoles, las tiendas en los Estados Unidos habían comenzado a retirar los productos de Fairlife de sus estantes, y la compañía emitió un comunicado en el que decía que había suspendido todas las entregas de Fair Oaks y auditaría a sus otros proveedores. Coca-Cola dijo que confiaría en Fairlife para “abordar con urgencia” la situación en la granja.
Algunos activistas de los derechos de los animales argumentan que el maltrato a los animales no es la excepción, sino la norma en todas las granjas industriales. Coca-Cola no es el único gigante de la comida involucrado, tampoco. Las imágenes de video tomadas por activistas veganos en una granja lechera de Pensilvania hace dos meses revelaron un abuso similar. La granja en cuestión suministró leche a una marca de helados propiedad de Nestlé. Muchas otras investigaciones encubiertas han revelado imágenes igualmente escalofriantes.
La reacción violenta contra Coca-Cola alcanzó una masa crítica en cuestión de horas, ya que el video de ARM recorrió las redes sociales.
Fuente: RT
