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La guerra comercial global iniciada por Trump podría llevar a un Armagedón financiero – experto

La guerra comercial global iniciada por Trump podria arruinar el mercado de los artículos de exportación más lucrativos y cruciales de los Estados Unidos, los US Treasury bonds. El llamado “Bondageddon” podría dañar la economía de los Estados Unidos en varias vertientes.
Donald Trump demostró que no se retracta en una pelea y no deja de “tirar golpes ni retrocede” cuando se trata de promover los intereses estadounidenses. Su diatriba en Twitter sobre las prácticas comerciales desleales de China y la Unión Europea fue escuchada literalmente en todo el mundo y sacudió a los mercados bursátiles mundiales.
“Estados Unidos tiene un déficit comercial anual de $ 800 mil millones de dólares debido a nuestros acuerdos y políticas comerciales” muy estúpidos”. Nuestros trabajos y riqueza se están dando a otros países que se han aprovechado de nosotros durante años. Se ríen de lo iluso que han sido nuestros líderes. ¡No más! ” Trump escribio. La historia contemporanea muestra sin embargo que las afirmaciones de Trump son totalmente falsas y demagogas.

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La reacción de los mercados bursátiles mundiales es comprensible porque las guerras comerciales son malas para los negocios, y Trump no va a ganar una guerra global rápido o fácilmente. Tanto China como la Unión Europea criticaron los nuevos aranceles punitivos sobre el acero y el aluminio importados. Las nuevas tarifas protegerán a los productores estadounidenses, pero Trump ahora corre el riesgo de represalias de los principales socios comerciales de Estados Unidos, incluidos China, la Unión Europea e incluso sus vecinos Canadá y México.
El mayor riesgo para Estados Unidos es que todos los países afectados puedan formar una alianza antiestadounidense ad-hoc (especifica para este tema), dirigida a las industrias estadounidenses más sensibles a fin de maximizar las pérdidas de empleos en las áreas que jugarán un papel importante en las próximas elecciones presidenciales estadounidenses. Tratar de enfrentar simultáneamente a China, la Unión Europea y Canadá en una guerra comercial total pasará a la historia como la movida más audaz de la presidencia de Trump o la movida que arruinó su carrera política y la economía de Estados Unidos.
Hasta el momento, solo los funcionarios de la Unión Europea han mencionado medidas concretas con respecto a las empresas estadounidenses que probablemente serán objeto de medidas de represalia, pero es seguro que las contramedidas chinas , canadienses y mexicanas están en camino. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, amenazó con tomar represalias al apuntar a las importaciones estadounidenses a la Unión Europea, como las motocicletas Harley-Davidson Inc., los jeans Levi Strauss & Co. y el whisky bourbon. Desde un punto de vista financiero, las importaciones afectadas no son significativas, pero los efectos políticos pueden ser bastante sustanciales.
La lógica política detrás de la extraña elección de objetivos de represalias fue revelada por un analista de Bloomberg, quien señaló que “Harley-Davidson tiene su sede en el estado natal (Wisconsin) del House Speaker, Paul Ryan, mientras que el whisky bourbon proviene del estado natal (Kentucky) del Senate Majority Leader, Mitch McConnell. Levi Strauss, tiene su sede (San Francisco) en el distrito de la House Minority Leader Nancy Pelosi”.
Si China, la Unión Europea, Canadá y México deciden dirigirse a empresas estadounidenses vulnerables específicas, especialmente en los estados inestables, Trump tendrá dificultades para explicar los beneficios de su guerra comercial a las decenas de miles de trabajadores descontentos que probablemente perderán su trabajos.
Sin embargo, la forma de represalia económica más dolorosa y eficiente disponible para la Union Europea y China se centraría en una forma intangible, pero crucial, de las exportaciones estadounidenses: los US Treasury bonds. La gente rara vez piensa en los bonds como un artículo de exportación, pero para efectos de una guerra comercial total, el ataque a los bonds es igual de eficiente o, a veces, más eficiente que enfocarse en las importaciones convencionales de los Estados Unidos. Considere un dato sorprendente presentado por Luke Gromen de la empresa de investigación FFTT: “Las mayores exportaciones de los Estados Unidos (por mucho) desde 1999 a 2014 fueron las exportaciones de dólares estadounidenses / US Treasuries bonds . Las exportaciones de dolares estadounidenses promediaron $ 667,000 millones / año durante 15 años, cantidad tres veces mayor que la exportación número uno de los Estados Unidos solo en 2016 (máquinas, motores y bombas = $ 205 mil millones de dolares) “.
Tanto el presidente chino Xi Jinping como la European Commission tienen las herramientas necesarias para atacar al mercado del US Treasury. El presidente Xi puede instruir a la China’s State Administration of Foreign Exchange para que deje de comprar los US Treasury bonds o incluso comience a vender bonds de su portafolio de US bonds existente. Los bancos centrales de los países de la Union Europea son independientes, por lo que Jean Claude Junker no puede emitir una orden oficial similar, pero todos los gobernadores de los bancos centrales son designados políticos que probablemente hagan lo que los líderes políticos europeos les piden. Además, la Unión Europea puede imponer un impuesto especial a los US Treasuries en poder de inversores privados europeos, forzándolos a vender sus US Treasury bonds.
¿Qué pasa entonces? Si un número significativo de inversionistas extranjeros se ven obligados a vender sus US bonds, o si la Unión Europea y China deciden vender los US bonds en manos de sus respectivas autoridades monetarias, el resultado probable es el llamado “Bondageddon”.
El “Bondageddon” se describe mejor como una tormenta desvastadora que azotará los mercados financieros de Estados Unidos: los rendimientos de los US Treasuries se disparan, arrastrando los precios de los bonds a la baja, el dólar se desploma y luego el mercado accionario estadounidense entra en estado de pánico generalizado. Si bien es discutible si los inversionistas extranjeros pueden infligir el daño necesario para provocar el “Bondageddon”, la respuesta más probable es “sí”, principalmente porque tienen una cartera combinada con un valor de alrededor de $ 6 billones (6,000,000,000,000) en US Treasuries y porque el mercado de US bonds será muy vulnerable en los próximos años, debido a la mayor emisión de Treasury bonds, requerida para financiar el gigantesco déficit del presupuesto federal de los Estados Unidos. Irónicamente, el “Bondageddon” puede ser desencadenado involuntariamente por las acciones de la administración Trump, sin la ayuda de Europa o China.
Durante la última década, las importaciones baratas del resto del mundo han actuado como un supresor de la inflación para el consumidor estadounidense. Desde el acero barato hasta los teléfonos inteligentes baratos, las importaciones con precios bajos hicieron que la inflación de los Estados Unidos fuera menor de lo que debería haber sido. Si Trump se sale con la suya y las importaciones baratas se detienen, hay una alta probabilidad de que la inflación aumente, obligando a la US Federal Reserve a subir las tasas, lo que a su vez empujará los rendimientos de los bonos del Tesoro por encima de los máximos del 2014-2016 hacia el territorio del “Bondageddon “. Como señala Bloomberg, “este nivel del 3.24 por ciento [de rendimiento] es la línea divisoria entre una liquidación de bonos bastante ordenada y una recuperación adecuada – esta última tiene la capacidad de extenderse al mercado de acciones e incluso potencialmente señalizar una crisis crediticia”.
Por supuesto, un evento financiero apocalíptico como el “Bondageddon” infligirá un tremendo daño colateral, que afectará tanto a la Union Europea como a China. Sin embargo, una severa recesión económica, combinada con un colapso del mercado financiero, seguramente evitará que Trump gane un segundo mandato presidencial y esta es la razón por la cual sus oponentes políticos en todo el mundo y en los Estados Unidos pueden tener la tentación de provocar el “Bondageddon” solo para lograr deshacerse de él. La gran cantidad de deuda acumulada por los predecesores de Trump ha dejado una bomba de tiempo financiera en sus manos. Si Trump no encuentra una manera de desactivarla, es solo cuestión de tiempo antes de que explote junto con la economía estadounidense. ¿Tiene él una solución a este problema? Hasta ahora, la respuesta es ‘no’.

Fuente: Sputnik