El gobierno chino ha recurrido a las empresas nacionales de tecnología en un intento por convertirse en “autosuficientes” y también se ha fijado el objetivo de que el país tome el liderazgo mundial en la producción de microprocesadores.
En un intento por convertirse en una “superpotencia tecnológica”, el Partido Comunista gobernante de China tiene como objetivo convertir su unidad de chips de tres años de antigüedad, T-Head, en un diseñador de chips de procesador con los medios para satisfacer sus necesidades domésticas de semiconductores.
T-Head ya dio a conocer su tercer procesador – el Yitian 710 para el negocio de computación en la nube de Alibaba – en Octubre, y MarketWatch lo citó diciendo que actualmente no tiene planes de exportar el chip a otros países. Su primer chip, el Hanguang 800, diseñado para inteligencia artificial, se presentó en 2019. El segundo, el XuanTie 910, fue diseñado para automóviles autónomos.
Además de T-Head, otros magnates tecnológicos de China, incluidos el gigante de los juegos y las redes sociales Tencent y el fabricante de teléfonos inteligentes Xiaomi, también planean invertir miles de millones de dolares para apoyar los planes oficiales del gobierno para que China sea autosuficiente en términos de producción de chips.
China representa actualmente el 23% de la producción mundial de semiconductores, pero solo el 7.6% de las ventas.Mientras que las fábricas chinas ensamblan una variedad de productos tecnológicos del mundo, dependen en gran medida de la tecnología de Estados Unidos, Europa, Japón, Taiwán y Corea del Sur. Los chips constituyen la mayor importación de China, superando incluso el crudo y representando más de 300 mil millones de dolares el año pasado. China quiere poner fin a esta dependencia, en particular después de que la primera marca tecnológica global de China, Huawei, fuera vetada de la tecnología estadounidense en 2018 bajo las sanciones de Estados Unidos.
“La autosuficiencia es la base de la nación china”, dijo el presidente Xi Jinping a principios de este año, pidiendo que China se convierta en una “superpotencia tecnológica” para salvaguardar “la seguridad económica nacional”.
Los chips de procesador son cruciales para fabricar productos como teléfonos inteligentes, electrodomésticos y vehículos. La escasez ha estado afectando la fabricación de chips a nivel mundial durante el año pasado debido a Covid-19, lo que ha provocado retrasos en la producción y cierres de fábricas.
Fuente: RT