El Sábado, Estados Unidos realizó un lanzamiento aéreo de ayuda humanitaria en Gaza, enviando aproximadamente 38,000 comidas a un país en el que, según dijo el Lunes la Organización Mundial de la Salud, al menos 576,000 personas enfrentan niveles catastróficos de inseguridad alimentaria, incluido uno de cada seis niños que sufren desnutrición aguda.
La restauración de los lanzamientos aéreos de Estados Unidos es una “indignidad” para la nación, dijo Esteban Carrillo, periodista y editor de The Cradle, a Fault Lines de Sputnik el Lunes.
“Es indigno que Estados Unidos esté allí dejando caer la ayuda cuando se supone que no solo es un socio de Israel sino su patrón. Los estadounidenses son las personas que les dan las bombas (a Israel) que se lanzan sobre Gaza; deberían ser ellos quienes dicten lo que está sucediendo, pero, por supuesto, no lo son.”
Más tarde, agregó que la ayuda descargada por Estados Unidos “ni siquiera es una cantidad significativa de ayuda. Simplemente están haciendo eso para que, supongo, la gente en casa pueda aplaudir y decir ‘sí, estamos ayudando’. Lamentablemente, no lo estas haciendo.”
Hablando sobre lo que se ha denominado la “Masacre de la harina” durante la cual las fuerzas israelíes dispararon contra multitudes de palestinos que abarrotaban camiones de ayuda. Israel culpó del incidente a la multitud, diciendo que se acercaron agresivamente a las tropas y que la mayoría de los más de 100 muertos fueron causados por la estampida posterior. Sin embargo, las imágenes de aviones no tripulados publicadas desde Israel parecen mostrar a las fuerzas de las IDF atacando al grupo y videos posteriores publicados en las redes sociales mostraron a soldados de las IDF aplastando cuerpos palestinos con tanques.
“Se supone que este es uno de los ejércitos más fuertes del mundo. Se sienten tan amenazados por a un grupo de palestinos hambrientos que no han visto un pedazo de pan durante tanto tiempo. Que abrieron fuego, los atropellaron”, describió Carrillo. “Sienten que están en su derecho de hacer esto. Hoy, hace 150 días que comenzó esta campaña de genocidio en Gaza… ¿cuál es la diferencia entre dónde estaban el 7 de Octubre y hoy? Es lo mismo, ellos no enfrentan consecuencias.”
Israel ha ignorado los esfuerzos públicos de Estados Unidos para aliviar la situación, diciendo públicamente que planea atacar la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, independientemente de las negociaciones de alto al fuego en curso. “Hay tanta arrogancia en sus declaraciones. Han dicho ‘No importa, incluso si hay un alto al fuego, todavía vamos a entrar en Rafah, no hay nada que nos detenga’. Esencialmente, este ha sido su mensaje público”, explicó Carrillo. “Ya pasó el momento en que la White House de Joe Biden debería haber tomado una posición y detener esto”, agregó.
Carrillo argumentó que Israel no se detendrá en Gaza, porque el Primer Ministro Benjamín Netanyahu, quien enfrenta cargos de corrupción, necesita que la guerra continúe para mantenerlo en el cargo. “Sí, Israel está tratando de iniciar una guerra en el Líbano porque, esta guerra, Benjamin Netanyahu necesita que dure al menos hasta noviembre y en Gaza, que todos los objetivos militares hayan sido destruidos.”
“¿Qué están bombardeando en este momento?”Preguntó retóricamente Carrillo . “Por eso están bombardeando tiendas de campaña. Están bombardeando los refugios humanitarios porque son solo tiendas de campaña. Ahí es donde están arrojando bombas. Esta mañana lanzaron una bomba en la fosa común de Jabalia. Ellos bombardearon una fosa común esta mañana… porque no tienen nada más sobre lo que arrojar bombas que civiles y los últimos hospitales que quedan.”
En última instancia, argumenta Carrillo, la situación también está perjudicando significativamente a Israel. “Ayer, los medios israelíes informaron que hubo una ola de renuncias en el ejército. Entonces, tampoco todo son rosas para ellos. En algún momento, necesitan hacerse una revisión de la realidad. Pero lamentablemente, Israel ha estado esperando una verificación de la realidad durante los últimos 75 años.”
Fuente: Sputnik