Irán reabrió oficialmente su embajada en la capital saudí de Riyadh el Martes, mientras las dos potencias regionales se mueven para aliviar su rivalidad después de firmar un acuerdo de paz en Beijing. El acuerdo anunció un importante realineamiento diplomático en Medio Oriente.
“Nosotros consideramos que hoy es un día importante en las relaciones entre la República Islámica de Irán y Arabia Saudita”, dijo el Viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Alireza Bikdeli, en una ceremonia de corte de cinta. “Si Dios quiere, la región avanzará hacia una mayor cooperación y convergencia para lograr estabilidad, prosperidad y progreso.”
Se espera que la embajada de Arabia Saudita en Teherán abra en un futuro próximo.
Arabia Saudita, de mayoría sunita, rompió los lazos diplomáticos con el Irán chiíta en 2016, después de que los manifestantes irrumpieran en sus sedes diplomáticas allí después de la ejecución de un destacado erudito chiíta por el reino saudí varios días antes.
En los años transcurridos desde entonces, las dos potencias se han enfrentado en importantes cuestiones geopolíticas. Arabia Saudita tiene estrechas relaciones económicas y militares con Estados Unidos, mientras que Irán ha sido fuertemente sancionado por Estados Unidos por su programa nuclear. Arabia Saudita e Irán apoyan a bandos opuestos en las guerras civiles en Yemen y Siria, mientras que Irán respalda al movimiento Hezbolá en el Líbano. Arabia Saudita, junto con Estados Unidos e Israel, considera a Hezbolá un grupo terrorista.
Sin embargo, se alcanzó una distensión en Marzo, cuando diplomáticos iraníes y sauditas firmaron un acuerdo en Beijing. Según el acuerdo negociado por China, ambos países acordaron reabrir sus embajadas y comprometerse a la “no interferencia” en los asuntos internos del otro, según una declaración conjunta de funcionarios saudíes, iraníes y chinos.
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Además, Arabia Saudita e Irán dijeron que reanudarían un acuerdo de cooperación en materia de seguridad firmado en 2001 y que trabajarían para mejorar “la paz y la seguridad regionales e internacionales.”
Irán reabrió su embajada el mismo día en que el US Secretary of State, Antony Blinken, tenía previsto llegar a Riyadh para defender que Arabia Saudita normalizara su relación con Israel. Solo un día antes, Blinken le dijo a un grupo de cabilderos judíos en Washington que”no hay una amenaza más grave” para Israel que “la que representa el régimen iraní.”
Sin embargo, la visita de Blinken se produce en medio de un realineamiento en el Medio Oriente, ya que los socios de Estados Unidos en la región ya no siguen su política exterior al pie de la letra. El acercamiento entre Arabia Saudita e Irán provocó conversaciones entre Irán y Egipto destinadas a reconstruir las relaciones diplomáticas.
La Liga Árabe liderada por Arabia Saudita también ha dado la bienvenida al regreso de Siria a sus filas, con el Príncipe Heredero Saudí Mohammed bin Salman saludando calurosamente al presidente sirio Bashar Assad en la cumbre del bloque en Jeddah el mes pasado. Estados Unidos se opuso vehementemente a la readmisión de Siria, un aliado de Rusia e Irán, en la organización.
Fuente: RT