Las autoridades iraníes condenaron a muerte a dos activistas LGBTQ por “promover la homosexualidad”, afirmó el Domingo un grupo de derechos humanos.
Según la Hengaw Organization for Human Rights, el Tribunal Revolucionario de la ciudad de Urmia, en el noroeste de Irán, impuso la pena de muerte a Zahra Sedighi-Hamadani, de 31 años, y Elham Choubdar, de 24, tras declararlos culpables de “difundir la corrupción en la tierra.”
Más específicamente, los acusados fueron acusados de “promover la homosexualidad” y “comunicarse con los medios de comunicación que se oponen a la República Islámica”. Según Amnistía Internacional, Hamadani apareció en un documental de la BBC en 2021 y habló sobre los abusos que enfrenta la comunidad LGBTQ en la región iraquí del Kurdistan. Ella también publicó una serie de publicaciones en las redes sociales en defensa de las personas LGBTQ.
Los activistas de derechos humanos también dicen que la acusan de “promover el cristianismo”. Según Amnistía, “la última acusación es por llevar un collar con una cruz y asistir a una casa iglesia en Irán hace varios años.”
Se dice que las dos fueron informadas de la decisión mientras estaban detenidas en el ala de mujeres de la cárcel de Urmia. Según los informes, otra mujer, Soheila Ashrafi, de 52 años, también está encarcelada por los mismos cargos, pero la sentencia para ella aún no está clara.
Aunque las autoridades iraníes confirmaron la sentencia, insistieron en que las dos se dedicaban a la trata de personas, no al activismo. El medio de comunicación del poder judicial, Mizan, informó que, contrariamente a los rumores, “estos dos individuos han sido acusados de engañar a mujeres y niñas y traficarlas a uno de los países de la región.”
La Hengaw Organization for Human Rights dijo que Zahra Sedighi-Hamadani fue detenida por agentes del Islamic Revolutionary Guard Corps, una rama influyente de las fuerzas armadas de Irán, a fines de Octubre de 2021 mientras cruzaba la frontera turca. Posteriormente, la mantuvieron durante dos meses en régimen de aislamiento antes de trasladarla al ala de mujeres.
En ese momento, Amnistía Internacional condenó el arresto de Hamadani y pidió al Presidente del Tribunal Supremo de la nación que “liberara de inmediato y sin condiciones” a la activista, ya que había sido detenida únicamente por “su orientación sexual real o percibida”.
La homosexualidad ha sido un delito en Irán desde la Revolución Islámica de 1979, con castigos que van desde la flagelación hasta la pena de muerte.
Fuente: RT