Tras las acusaciones de que se había negado a cooperar con la Asociación Internacional de Energía Atómica (IAEA – Atomic Energy Association), la Organización de Energía Atómica de Irán (AEOI – Atomic Energy Organization of Iran) decidió apagar varias cámaras de monitoreo en un sitio nuclear no identificado, diciendo que las camaras no formaban parte de su acuerdo de monitoreo con el organismo de control afiliado a la ONU.
En una declaración del Miércoles, la AEOI dijo que la IAEA “desafortunadamente ha ignorado el hecho de que tal cooperación esta basado en la buena voluntad de Irán, ha sido ingrato por la cooperación y la ha considerado como una obligación de Irán”, según la agencia de noticias Tasnim.
Como resultado, la agencia apagó dos de las cámaras del Acuerdo de ultra Salvaguardas que monitorean el enriquecimiento de uranio-235, un isótopo radiactivo útil en purezas más bajas para la energía nuclear y en purezas extremadamente altas para producir ojivas nucleares. El uranio-235 también se puede utilizar como base para refinar el plutonio, un combustible para ojivas nucleares mucho más potente.
La AEOI dijo que las cámaras iban más allá del alcance del acuerdo de salvaguardas del tratado de no proliferación (NPT-nonproliferation treaty) de Irán con la IAEA. La AEOI agregó que más del 80% de las cámaras de la IAEA en Irán están cubiertas por el acuerdo y han permanecido encendidas.
En declaraciones ante la junta de gobernadores de la IAEA el Lunes, el director general de la agencia, Rafael Grossi, dijo que la IAEA había cumplido con el final del acuerdo de Marzo, pero que la AEOI “no había proporcionado explicaciones que fueran técnicamente creíbles en relación con los hallazgos de la Agencia en tres lugares no declarados en Irán”, refiriéndose a un informe de la semana anterior que afirmaba haber encontrado rastros de material nuclear allí. El exigió a Irán que revelara “la ubicación actual, o ubicaciones, del material nuclear y/o del equipo contaminado con material nuclear, que se trasladó desde Turquzabad en 2018.”
Saeed Khatibzadeh, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, criticó el informe como “ni justo ni equilibrado”, y dijo que Irán de hecho había proporcionado a la IAEA respuestas por escrito a su pregunta.
Irán también acusó a Grossi de “coludirse” con Israel después de que viajó a Tel Aviv el Viernes y se reunió con el primer ministro Naftali Bennett antes de la reunión de la IAEA. La visita fue especialmente dudosa ya que Israel no solo se opone firmemente a un acuerdo nuclear con Irán, sino que también posee armas nucleares y no es signatario del NPT.
Forzar acuerdo que violaron y ya no existe
Por separado, Estados Unidos y las potencias del E3 (Reino Unido, Francia y Alemania) presentaron una resolución a la junta de la IAEA expresando su “profunda preocupación” por el programa nuclear de Irán, acusando al país de no cooperar lo suficiente con la IAEA para aliviar esas “preocupaciones”. La principal de ellas es que Irán ha desplegado 2,000 centrifugadoras avanzadas y refinado unos 43 kilogramos de uranio enriquecido con una pureza del 60% de U-235. El uranio es insuficientemente puro para producir un arma nuclear, pero su existencia está “alimentando la desconfianza en cuanto a las intenciones de Irán”, dijo Estados Unidos.
La explicación de Irán es que ha abandonado los compromisos asumidos en virtud del Joint Comprehensive Plan of Action (JCPOA) de 2015 después de que Estados Unidos se retiró unilateralmente de él en 2018 y volvió a imponer sanciones económicas paralizantes contra Irán, presionando a sus aliados para que aceptaran. El acuerdo había reducido las sanciones contra Irán a cambio de que aceptara límites estrictos sobre la calidad y cantidad de uranio que podía producir, lo que le permitía operar un puñado de plantas de energía nuclear de baja pureza.
Además, Irán ha rechazado su búsqueda pasada de armas nucleares, diciendo que todas las armas de destrucción masiva son violatorias de las restricciones del Islam.
Extorsión y chantaje
Las conversaciones para revivir el acuerdo comenzaron el año pasado y parecían estar casi completas para principios de 2022, aunque se ha dicho poco públicamente sobre las diferencias restantes que deben resolverse. Sin embargo, la negativa del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, de eliminar al Islamic Revolutionary Guard Corps (IRGC) de Irán de una lista de organizaciones terroristas designadas se considera un gran obstáculo. La designación es cuestionable para los funcionarios de defensa de Estados Unidos y ofensiva para los iraníes, ya que el grupo paramilitar es parte del Estado iraní y nunca ha estado directamente implicado en un ataque terrorista.
Sin embargo, Khatibzadeh rechazó esa teoría y dijo la semana pasada que el tema clave que frenaba las conversaciones de reactivación del JCPOA en Viena “incluía garantías, individuos designados y el beneficio económico de Irán de un posible acuerdo”, según la agencia estatal iraní Islamic Republic News Agency.
Fuente: Sputnik