La operación de sabotaje en la Instalación de Enriquecimiento de Combustible Nuclear de Natanz en Irán en Abril fue llevada a cabo por destacados científicos nucleares iraníes que trabajan como agentes para la agencia de inteligencia Mossad de Israel, informaron medios israelíes el Jueves.
El 11 de Abril de 2021, mientras diplomáticos iraníes y europeos se reunían en Viena para discutir cómo Estados Unidos podría regresar al 2015 Joint Comprehensive Plan of Action (JCPOA) ahora que un nuevo presidente de Estados Unidos con una nueva política de Irán había asumido el cargo, una explosión arrasó las instalaciones de Natanz a 2,100 millas de distancia.
En ese momento, Irán informó de que la explosión había cortado la energía y que solo una centrifugadora relativamente simple había sido dañada. Behrouz Kamalvandi, portavoz de la Organización de Energía Atómica de Irán, describió el incidente como una “pequeña explosión” que había “dañado sectores que se pueden reparar rápidamente”. El gobierno israelí no hizo comentarios públicos sobre el ataque, aparte de reconocer que había ocurrido.
A pesar de que funcionarios de inteligencia estadounidenses e israelíes le dijeron al New York Times el día del ataque que había sido una explosión, la suposición de que había sido un ciberataque proliferó en todos los medios. Natanz había sido previamente el objetivo de un gusano informático estadounidense-israelí llamado Stuxnet, que causó grandes daños a las centrifugadoras de purificación de uranio en 2009 y 2010.
En Agosto, el Times informó que Israel había avisado a los Estados Unios del ataque con menos de dos horas de antelación – una descortesia que dañó su relación.
La historia publicada por el Jewish Chronicle el Jueves reescribe gran parte de esa narrativa, afirmando que el 90% de las centrifugadoras en Natanz fueron destruidas por la operación, que había sido llevada a cabo por colaboradores y no agentes israelíes.
Según el informe, hasta 10 científicos iraníes fueron reclutados por el Mossad, que los llevó a creer que estaban actuando en nombre de grupos disidentes iraníes fuera del país. Algunos de los explosivos usados en el atentado habían sido plantados ya en 2019, afirmó el periódico judío con sede en Londres, señalando que los explosivos habían sido arrojados a las instalaciones iranies por un drone no tripulado y contrabandeados dentro de un camión de catering.
“Las motivaciones de los científicos eran todas diferentes”, dijo una fuente al periódico. “El Mossad descubrió lo que los científicos querían profundamente en sus vidas y se los ofreció.”
“Había un círculo interno de científicos que sabían más sobre la operación, y un círculo externo que ayudó, pero tenía menos información”, agregaron.
El periódico también dice que los agentes iraníes fueron responsables de una explosión anterior en Natanz en Julio de 2020 que causó grandes daños a una instalación a nivel de suelo y un ataque con misiles de drones no tripulados en la instalación de investigación de Karaj en Junio.
La noticia llega cuando Israel está una vez más tratando de interrumpir un acercamiento entre Estados Unidos e Irán sobre el acuerdo nuclear de 2015, que eliminaría las sanciones económicas impuestas contra Irán por la administración Trump cuando se retiró unilateralmente del acuerdo en 2018. A cambio, Irán aceptaría limitaciones estrictas sobre la calidad y la cantidad de material nuclear que puede poseer.
Después de que la administración Trump se retirara del acuerdo, Irán también comenzó a retroceder de sus propios compromisos asumidos bajo el acuerdo, refinando uranio-235 a purezas cada vez más altas, pero diciendo que están listos para volver a las limitaciones del acuerdo una vez que vuelva a entrar en vigor.
Israel, que siempre odió el acuerdo, ha acusado constantemente a Irán de eludir secretamente sus restricciones y continuar tratando de desarrollar un arma nuclear, que afirma que Irán usaría en su contra. Sin embargo, las autoridades religiosas de Irán han decretado que las armas nucleares, junto con todas las armas de destrucción masiva, están en contra de la ley islámica. Irán dice que solo quiere uranio para generación eléctrica e investigación médica.
El mes pasado, el gobierno israelí aprobó un presupuesto de 1,500 millones de dólares para elaborar y ensayar planes para un posible ataque a las instalaciones nucleares de Irán, que están fuertemente custodiadas y muchas de las cuales, como Natanz, se encuentran bajo tierra.
A pesar de la retórica política sobre un arma nuclear inminente, la inteligencia israelí también ha descartado abiertamente los informes de que Irán podría estar cerca de un arma nuclear, señalando que no había indicios de un nuevo trabajo a nivel de armas junto con los nuevos esfuerzos de refinación.
A principios de esta semana, se informó que la inteligencia israelí dio a los Estados Unidos evidencia de que Irán se estaba preparando para refinar el uranio a una pureza del 90% de U-235, que es apto para armas. Hasta ahora, Irán solo ha admitido refinar hasta un 60% de U-235. Sin embargo, las fuentes de inteligencia que hablaron con Axios señalaron que Irán todavía podría tardar uno o dos años en desarrollar la tecnología de armas adecuada para convertir ese uranio de alta pureza en una bomba utilizable.
Fuente: Sputnik