El ejército iraquí dice que el Primer Ministro Mustafa al-Kadhimi sobrevivió a un intento de asesinato después de que un avión no tripulado atacara su residencia en Bagdad. El aparente ataque se produce a raíz de los enfrentamientos por los recientes resultados electorales.
La residencia del funcionario fue atacada el Domingo por la mañana, hora local.
La Security Media Cell de Irak afirmó que el ataque fue un “intento fallido de asesinato contra el primer ministro” que involucró un “dron con trampas explosivas”. La Security Media Cell agregó que al-Kadhimi estaba a salvo y que las fuerzas de seguridad estaban tomando las medidas necesarias después del ataque.
También ha habido informes de disparos cerca de la casa de al-Kadhimi en la Green Zone fuertemente fortificada.
Poco después de que la noticia del ataque se hiciera pública, al-Kadhimi emitió una declaración en las redes sociales indicando que no había sido herido.
“Fui y sigo siendo un proyecto de redención para Irak y el pueblo de Irak. Los misiles de traidores no desalentarán a los creyentes, y un cabello no se sacudirá en la firmeza e insistencia de nuestras heroicas fuerzas de seguridad para proteger al pueblo, lograr el derecho y poner la ley en su lugar”, dijo el Primer Ministro.
“Estoy bien, alabado sea Dios, entre mi pueblo”, continuó, y pidió “calma y moderación de todos” a raíz del incidente, “por el bien de Irak.”
El presunto intento de asesinato tuvo lugar justo un día después de que estallaran tensos enfrentamientos en Bagdad por los resultados de las elecciones parlamentarias del mes pasado. Más de 100 personas resultaron heridas el Viernes cuando los manifestantes trataron de asaltar la Green Zone, donde se encuentra la residencia del Primer Ministro. La policía antidisturbios respondió a las protestas con gases lacrimógenos y, según se informa, disparó al aire. Se prendieron varios incendios en la ciudad. Los informes indicaron que los manifestantes protestaban por las fuertes derrotas de los partidos chiítas pro-Irán en Irak, y el presunto fraude electoral, exigiendo un recuento de votos antes de la publicación de los resultados finales de la elección.
Hadi al-Amiri, jefe de la Alianza de Fatah de los partidos chiítas, calificó los resultados de las elecciones como “fabricados” el mes pasado y dijo que no los aceptaría. El mayor ganador de la votación se considera que es el movimiento nacionalista Saeroun, liderado por el influyente clérigo chií Muqtada al-Sadr, que ahora se espera que forme un gobierno de coalición.
Fuente: RT