El Pentágono suministra armas a los terroristas en Siria y no está interesado en la resolución del conflicto, afirmó a Sputnik Michael Jabara Carley, historiador y catedrático de la Universidad de Montreal.
“Estados Unidos, desde hace mucho tiempo, ha sido el cómplice de varios grupos opositores y terroristas de Siria. Hace unos años hubo informes de que, tras la destrucción de Libia, la CIA había ayudado a los terroristas de este país y los había enviado a Siria con diferentes armas para empezar la guerra”, declaró.
El experto recordó que durante la ofensiva de Daesh contra la ciudad de Palmira, los terroristas necesitaron tres días para cruzar el desierto. Los estadounidenses estaban al tanto de esta situación, pero “les permitieron seguir adelante”.
“A Estados Unidos le gusta bombardear arena en el desierto para aparentar que lucha contra Daesh, pero en realidad (Estados Unidos) a menudo hace caso omiso a los terroristas. Al parecer las únicas personas que no saben nada sobre lo que está pasando entre Estados Unidos, Daesh, Al Nusra y Al Qaida son el público estadounidense”, añadió.
Carley explicó que hay dos razones por las que Estados Unidos no quiere hacer nada a estos grupos terroristas. El Gobierno de Estados Unidos persigue dos metas: la primera es hacerle daño a Siria, ya que todo el mundo sabe que Estados Unidos quiere derrocar a Bashar Asad y dividir Siria, afirmó el entrevistado.
Según el experto, otro objetivo es “pillar a Rusia”. Los neoconservadores en Estados Unidos se han enfurecido por el hecho de que Rusia estropeara su juego en Siria e impidiera que su intervención culmine con el derrocamiento del presidente Bashar al Assad.
El analista señaló que el envío de armas a los terroristas en Siria por parte del Pentágono no es un secreto. Los norteamericanos y qataríes hasta hace poco pagaban por el armamento, que era enviado de países como Turquía o Kuwait a Siria en camiones.
“Lo que pasa en Siria no es una guerra civil, sino una guerra de mercenarios, librada por Estados Unidos y sus aliados”, sostuvo Carley.
A juicio del experto, desde el inicio del conflicto sirio muchos extranjeros llegaron a Siria para luchar contra el Gobierno de Bashar Assad. El entrevistado relató que estos mercenarios llegaron al país árabe a través de Jordania, Turquía e Iraq y fueron pagados por los qataríes, saudíes y estadounidenses.
“Obviamente, Siria tenía sus problemas internos, pero una guerra subsidiaria nunca habría sucedido en el país, a menos que Estados Unidos hubiera decidido iniciarla”, manifestó.
El especialista señaló que incluso en caso de que Siria e Iraq consigan ganar la guerra contra Daesh, el problema de los kurdos, apoyados por Estados Unidos e Israel, seguirá presente. Su plan es debilitar cualquier resistencia al dominio estadounidense e israelí en la región, concluyó Carley.
Fuente: Sputnik