El primer ministro libanés Hassan Diab ha anunciado oficialmente la renuncia de todo su gobierno después de días de protestas callejeras “provocadas” por la explosión catastrófica que destrozó partes de Beirut la semana pasada.
Anteriormente, el ministro de Salud, Hamad Hassan, confirmó a los periodistas que la renuncia sería inminente.
Dirigiéndose a la nación el Lunes por la noche, Diab dijo que apoyaba a la gente pidiendo responsabilidad por el “crimen”. Diab dijo que la explosión fue el resultado de la corrupción endémica.
Pensé que podría remediar esta corrupción, pero es más grande que el estado y sistémica…Por lo tanto anuncio la renuncia de este gobierno
Dijo que los ministros del gobierno dieron “todo” en el trabajo porque se preocupan por el país.
Diab también acusó a los políticos de oposición de usar la tragedia “para ganar puntos políticos” y egoistamente “destruir lo que queda del estado.”
Diab presentó formalmente su renuncia al presidente de Libano, Michel Aoun aproximadamente una hora después de su discurso a la nación. Aoun aceptó la renuncia y le pidió al gobierno que permaneciera en calidad de cuidador hasta que se pueda formar un nuevo gobierno.
La renuncia se produce cuando los manifestantes salen a las calles de Beirut por tercera noche consecutiva exigiendo un cambio rápido y responsabilidad por la explosión que devastó vastas extensiones de la ciudad portuaria el martes pasado.
El domingo por la noche, los manifestantes derribaron barricadas cerca del edificio del parlamento, lanzando proyectiles y ocasionando incendios. Las fuerzas de seguridad respondieron con gas lacrimógeno y balas de goma. La noche anterior, los manifestantes lograron violar la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y otros edificios gubernamentales. Las protestas continuaron el lunes por la noche cuando Diab hizo su anuncio, con enfrentamientos entre manifestantes y policías antidisturbios.
Diab había pedido previamente elecciones parlamentarias anticipadas y varios ministros ya presentaron sus renuncias, pero a medida que las protestas crecieron en intensidad durante el fin de semana, se hizo evidente que el gobierno tendría que tomar medidas inmediatas para calmar la ira pública.
La explosión que mató a más de 200 e hirió a miles más se desató cuando se encendió un deposito de nitrato de amonio en el puerto de Beirut. El público ha dirigido la culpa al gobierno por permitir que el producto químico se almacenara sin supervisión en el puerto durante años.
Fuente: RT
