Las preocupaciones mundiales están aumentando a medida que la selva del Amazonas, responsable del 20% del oxígeno del mundo, ha estado consumiendose en llamas durante varias semanas. En lugar de tomar notas de expertos ambientales y reexaminar las políticas responsables del enorme aumento en los incendios, el presidente brasileño Jair Bolsonaro ha recurrido a culpar a todos menos a él mismo.
Desde que asumió el cargo a finales del año pasado, Bolsonaro ha promulgado una serie de políticas ambientales orientadas a destruir la selva amazónica y entregar la tierra excavada a los agronegocios y otros desarrollos. Escéptico sobre el cambio climático, Bolsonaro ha criticado continuamente la existencia de tierras indígenas, alegando que esto impiden que Brasil alcance su pleno potencial económico.
En respuesta al National Institute for Space Research que informó de un aumento del 84% en la deforestación de la Amazonía este año en relación al año pasado y la falta de voluntad de Brasil para combatirla, la ministra alemana de Medio Ambiente, Svenja Schulze, detuvo aproximadamente € 35 millones de euros ($ 38 millones de dolares) en fondos designados para proyectos de sostenibilidad en Brasil a principios de este mes.
Noruega reaccionó de manera similar días después suspendiendo sus contribuciones al Amazon Fund del país, por un total de alrededor de € 29.8 millones de euros($ 33 millones de dolares), según Associated Press.
El autor y periodista canadiense Arnold August se unió el jueves a By Any Means Necessary de Radio Sputnik para discutir el rechazo constante de Bolsonaro a la ciencia y lo que esto puede significar para el futuro de Brasil.
August señaló que los cambios propuestos en la política ambiental de Brasil a manos de Bolsonaro habían sido de conocimiento público desde el comienzo de su campaña presidencial.
Él ha declarado abiertamente que apoya la política de Trump sobre el cambio climático – que Brasil se retirará o no cumplirá con el Acuerdo de París, lo cual el ha hecho desde que fue elegido”, dijo el periodista a los anfitriones Eugene Puryear y Sean Blackmon. “Una de las principales características de su política medioambiental … es permitir una mayor explotación (y destrucción) de la región amazónica por la minería y otras empresas”.
Además, August, haciendo referencia a investigadores y estadísticas, afirmó que la “política de deforestación de Bolsonaro está directamente relacionada con el aumento de los incendios forestales”.
Sin embargo, Bolsonaro rechazó reclamos similares el miércoles y dijo que los incendios fueron iniciados por organizaciones sin fines de lucro enojadas por los recortes presupuestales. Si bien la sequía es una causa clave de los incendios forestales en la selva del Amazonas, el presidente brasileño sostuvo que los humanos los iniciaron “para llamar la atención sobre mí, contra el gobierno de Brasil”.
Vale la pena señalar que los incendios forestales históricamente han sido provocados ilegalmente por humanos en la región para deforestar tierras que despues utilizan para la cría de ganado, y es la opinión de algunas tribus indígenas locales que los ganaderos son al menos parte de la causa de la actual conflagración que está consumiendo su reserva ecologica.
“Creo que Bolsonaro está acorralado y está tratando de salir de la situación acusando a otros de algo de lo que él mismo es responsable”, sostuvo August.
Además de los incendios forestales provocados por la deforestación, la parte de la cadena alimentaria mundial de Brasil también está siendo atacada por pesticidas. En los últimos tres meses, más de 500 millones de abejas han muerto en el país, y una vez más, los investigadores vinculan la alarmante situación con Bolsonaro.
Una investigación de 2019 realizada por el equipo de noticias ambientales de Greenpeace, Unearthed, encontró que el país ha exhibido un aumento del 27% en el uso de pesticidas desde que Bolsonaro asumió el cargo en enero. De hecho, Brasil se ha convertido en el principal comprador mundial de productos químicos que matan malezas y plagas.
Incluso con el presidente brasileño recibiendo el rechazo global de grupos activistas ambientales como Extinction Rebellion y la presión agregada de líderes mundiales como la canciller alemana Angela Merkel, Bolsonaro sigue decidido a no aceptar la responsabilidad por la destrucción ambiental que está ocurriendo en la selva del Amazonas.
Estas inquietudes ambientales alarmantes, junto con la comodidad de Bolsonaro con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump – que casi resultó en una base militar estadounidense y tropas en Brasil – pueden causar daños irreversibles en el país latinoamericano.
“¿Puede el pueblo brasileño esperar hasta 2021?”, cuestionó August en referencia a las próximas elecciones presidenciales del país.
Fuente: Sputnik