La Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) adoptó una resolución condenando a Rusia por los referendos celebrados en cuatro regiones anteriormente ucranianas: Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporozhye.
Un total de 143 países votaron a favor de la resolución, cinco se opusieron y otros 35 se abstuvieron de votar.
A pesar de la presión de Estados Unidos y sus aliados, cuatro naciones se unieron a Rusia para votar en contra de la resolución de la ONU, a saber, Bielorrusia, Siria, Nicaragua y Corea del Norte. Hubo 35 abstenciones, incluidas China, India, Sudáfrica, Pakistán, Tailandia, Cuba, Vietnam, Armenia y Argelia.
Rusia intentó realizar la votación a través de una “votación secreta” para disminuir la posibilidad de que la presión occidental influyera en los votos de otros países. Sin embargo, la asamblea rechazó la idea.
DPR, LPR y regiones de Kherson y Zaporozhye votaron a favor de unirse a Rusia
El US Secretary of State, Antony Blinken, en una declaración después de que se adoptó la resolución, dijo que la votación de la Asamblea General de la ONU sirve como un recordatorio de que la mayoría de las naciones apoyan a Ucrania en defensa de la Carta de la ONU.
“Al adoptar esta resolución, las naciones reunidas dejaron en claro que no tolerarán un intento de ningún Estado miembro de la ONU de apoderarse de tierras por la fuerza. La votación reprende rotundamente a Rusia por su agresión contra Ucrania”, declaró Blinken.
Estados Unidos continuará trabajando con socios en todo el mundo para “apoyar” a Ucrania, agregó Blinken.
Rusia criticó la resolución, señalando que es una prueba más de que Occidente planea prolongar el conflicto en Ucrania.
Anteriormente, Estados Unidos y la Unión Europea se negaron a reconocer los referendos en las regiones de la República Popular de Donetsk, la República Popular de Lugansk, Zaporozhye y Kherson, a pesar de que la gente apoyaba abrumadoramente unirse a Rusia.
Sin embargo, ellos estaban perfectamente bien con tales procedimientos en el pasado, cuando se adaptaba a sus intereses.
Por ejemplo, Alemania apoyó tales referendos que desencadenaron el colapso de Yugoslavia en 1990-1991, y dio la bienvenida a los votos en Croacia y Eslovenia, a pesar de las preocupaciones de que podría desestabilizar los Balcanes. Estados Unidos y los países europeos también reconocieron las “encuestas populares” en los estados bálticos durante la desintegración de la Unión Soviética.
Fuente: Sputnik