Geopolitica

Putin contra ataca: La hegemonía financiera y comercial occidental sera destruida

En vísperas de la cumbre BRICS en Xiamen, China, en la provincia de Fujian, un desafiante Putin golpeó de nuevo a la élite occidental prometiendo destruir la hegemonía financiera y comercial global de Occidente liderada por Estados Unidos.
Putin lo dice simple y claro en un artículo que escribió antes de la cumbre que comenzo el 4 de septiembre.
Fue apropiado que el maestro judoka Putin anunciara su estrategia de Sun-Tzunian en relación con la cumbre china. Una multitud de citas de Sun Tzu se prestan a una descripción del enfoque de Putin, pero en este sentido, utilizaremos esta:
“Lo que es de suprema importancia en la guerra es atacar la estrategia del enemigo”.
Eso es precisamente lo que Putin está por hacer, al abordar la estrategia estadounidense de dominio absoluto de la economía global y apuntando a derribar la injusta arquitectura financiera y económica mundial.
Y, no hay escasez de aliados capaces, ahora con el auge de las economías del mundo libre: BRICS y los otros países emergentes. Por supuesto, todos ellos respaldados por el poder militar de China y Rusia.
No se trata de fuerzas militares expansionistas, sino de fuerzas que ahora son capaces de ponerse de pie y decir: basta. Al igual que los militares, que ahora respaldan el poder legal de los vetos que China y Rusia poseen en el Consejo de Seguridad de la ONU.

La nueva arquitectura financiera y comercial de Putin
La estrategia de Putin apunta primero a consolidar la unidad política de las nuevas potencias mundiales emergentes y con ello a atacar las instituciones existentes del Occidente que está en crisis, en particular sus hegemonías monetarias y sus estructuras de poder financiero, el FMI y el Banco Mundial.

Putin escribe:
Rusia apunta a promover las reformas globales de la regulación financiera y a superar “la dominación excesiva del limitado número de monedas de reserva” (es decir, los monopolios monetarios de los países occidentales), y a trabajar “hacia una distribución más equilibrada de las cuotas en el FMI y el Banco Mundial “.
Putin quiere romper el dominio hegemónico occidental del comercio mundial mediante la construcción de un genuino sistema global de libre comercio en oposición al actual sistema liberal-simulado marcado por un proteccionismo estadounidense de facto de sus propios intereses particulares. Putin continúa:
Rusia defiende “los cimientos de un sistema comercial multilateral abierto, igualitario y mutuamente beneficioso y el fortalecimiento del papel de la “World Trade Organization””.
Es especialmente notable y bienvenido que Putin haya llegado en su análisis a la identificación del dominio monopolíco del comercio mundial por parte de las transnacionales occidentales como un problema estructural importante. Putin quiere liberar el poder colectivo de los organismos antimonopolios de los países BRICS contra esas corporaciones depredadoras:
“El objetivo es crear un paquete de medidas de cooperación para trabajar en contra de las prácticas comerciales restrictivas de las grandes corporaciones multinacionales y las violaciones extraterritoriales de las reglas de competencia”

Lo dijimos
Personalmente, me complace observar que Putin ha identificado tan lúcidamente las actuales barreras hegemónicas en las finanzas y el comercio mundiales y que ha definido tan sucintamente la estrategia para combatir el sistema injusto existente.
En un informe reciente de nuestra firma sobre cómo Rusia ha lidiado con las sanciones y la dramática caída del precio del petróleo, escribimos al respecto, pero de manera menos diplomática que la formulada por Putin, citamos:
“Queremos subrayar que hay sanciones de dos tipos, sanciones oficialmente promulgadas y sanciones no oficiales. Estas últimas no han sido anunciadas oficialmente por ningún gobierno occidental, pero son deliberadamente perseguidas bajo la agenda de contención económica, que es parte de la gran estrategia geopolítica de la contención de Rusia.
Mediante estas medidas, los inversores y exportadores rusos están activamente – por medio de normas no anunciadas (es decir, ilegales) – impedidos para entrar en los mercados occidentales y otros mercados mundiales donde esas potencias dominan y, por el contrario, los inversores occidentales y otros inversionistas están siendo desalentados para realizar ciertas inversiones en Rusia.
La contención económica toma tambien muchas otras formas, por ejemplo, afecta a la participación de Rusia en las operaciones financieras globales y el papel del rublo entre las monedas globales.
Nosotros evaluamos que las sanciones no oficiales son aún más complicadas y dañinas que las oficiales “.

Además:
“De hecho, hay algunas limitaciones muy reales y concretas, que han impedido y seguirán impidiendo que Rusia incremente sus exportaciones de bienes manufacturados mientras no se identifiquen estas limitaciones reales.
Las razones son de naturaleza histórica y están relacionadas con las actuales realidades del comercio mundial, al ya alto nivel de saturación y las posiciones arraigadas de las corporaciones transnacionales dominantes, principalmente occidentales, y a todo el orden comercial mundial basado en la hegemonía institucionalizada de los paises de Occidente, así como su acceso aparentemente ilimitado a una financiación virtualmente libre de intereses.
Rusia puede comenzar a abordar estos problemas sólo a través de maniobras geopolíticas similares (afortunadamente, se han hecho progresos iniciales a este respecto) y un plan de marketing estratégico muy bien pensado tanto a nivel de la economía nacional como de las corporaciones “.
Enseguida se presenta un enlace del informe completo titulado  “What Does Not Kill You Will Make You Stronger – The Russian Economy 2014 – 2016, the Years of Sanctions Warfare”.
Sólo una guerra apocalíptica puede obstaculizar la marcha hacia un mundo multilateral
De hecho, lo que Putin está diciendo ya está ocurriendo, lo que él quiere hacer es reforzar y acelerar el proceso. Un proceso aparentemente imparable de redistribución de la riqueza global relativa está pasando a favor de los países emergentes en detrimento de Occidente.

Como veremos a continuación, el Occidente ha estado perdiendo rápidamente su abrumadora hegemonía económica, y el proceso sólo se está acelerando. No es de extrañar que los líderes occidentales -y especialmente la élite global, los gobernantes de facto, que han apostado en el Nuevo Siglo Americano, también conocido como “the New World Oder”- están desesperados y en evidente pánico.
Ellos han llegado correctamente a la conclusión de que su proyecto de dominio absoluto global ha golpeado un muro – si las cosas van a continuar en esta trayectoria en condiciones de paz relativa. La paz ha puesto un obstáculo en sus planes. Por eso necesitan la guerra y el caos.
Es por eso que en su desesperación han tomado simultáneamente a la mitad del mundo en múltiples frentes. Es la contención de China, el acoso en el Mar del Sur de China y amenazar con una guerra comercial; la contención de Rusia, la guerra de sanciones y el cerco del país con las fuerzas de la OTAN y los regímenes neopascistas títeres de los Estados Unidos; agresión renovada contra Irán; operaciones de cambio de régimen en Turquía; ataques contra Venezuela; la ahora fracasada invasión siria por medio de ejércitos terroristas mercenarios; la conviersion de todos los medios de comunicación occidentales en una gigantesca máquina de propaganda goebbelsiana con el propósito de demonizar sus objetivos y lavar el cerebro a las poblaciones occidentales para apoyar todas las guerras que declaran (o salarios sin declarar); etcétera etcétera.
En verdad, hay una operación de cambio de régimen en curso en Roma misma, la campaña para neutralizar al Presidente Trump y eventualmente removerlo de su cargo. – Pero eso no ha funcionado. Y, los NWO-globalistas estan cada vez más desesperados por el día. Es por eso que algunos de ellos pueden presionar el botón cualquier día.

Redistribución de la riqueza global
La sorprendente verdad acerca de la rapidez con la que Occidente ha perdido su poder económico puede deducirse del siguiente gráfico.

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En un informe de 2014, comparamos los países del G7 con un grupo que llamamos Emergentes 7, formado por los siete países más grandes que no pertenecían al G7: China, India, Rusia, Brasil, Indonesia, México y Corea del Sur (en datos de 2017, Turquía sería más grande que Corea del Sur). No nos esforzamos en sugerir que el E7 formaría un bloque político o económico, sino que los hemos agrupado sólo para ilustrar la caída del poder económico del G7. (Sin embargo, a través de los BRICS, el G20 y otras formas de cooperación, la mayoría de las potencias económicas emergentes están involucradas en algún tipo de cooperación, que no es del agrado del Antiguo Régimen).
El G7 es una vieja sociedad del té de las tías, que todavía quiere de una manera auto-delusional ser conocida como las “siete economías más industrializadas y avanzadas del mundo”, aunque claramente no lo son.
En 1990, todavía lo eran. Eso es sólo hace menos de 30 años. En aquel entonces, sus economías combinadas valían $ 14.4 trillones, siendo más de 6 veces más grande que el E7, y ascendiendo a un asombroso 39% del PIB mundial combinado.
En un impresionante cambio de suerte, ya en 2013, el E7 había superado al G7. Sólo unos años más tarde, para el 2017 (estimaciones del FMI), el E7 tiene 47,5 billones de dólares superando al rezagado G7, que quedó con 37,8 billones de dólares, o el 30% del total mundial. (La tendencia es aún más catastrófica para los vasallos de Estados Unidos, ya que la participación de los Estados Unidos en el PIB del G7 es ahora del 50% frente al 41% en 1990).

Rusia recibe un impulso de los vecinos con más rápido crecimiento del mundo.
Aunque Occidente está haciendo todo lo posible para hostigar a Rusia y convertir a sus vecinos europeos en una plataforma de lanzamiento para una esperada invasión, Rusia está dotada de vecinos amistosos y cada vez más prósperos en todas las demás fronteras. Las economías de más rápido crecimiento del mundo están ahí para que Rusia aproveche.
China ha sido la economía de más rápido crecimiento del mundo por décadas, y aunque la cifra de porcentaje de crecimiento ha bajado últimamente, en términos absolutos el crecimiento es enorme. El crecimiento de China en del 6.5% anual, equivale a cerca de $ 1.5 trillones en términos absolutos, significando que cada dos años China alcanza un crecimiento económico que iguala el tamaño del PIB total alcanzado históricamente por los Británicos ($ 3 trillones).
En 2016, el líder mundial en el crecimiento económico fue – otro de los vecinos de Rusia – sorprendentemente Irán, con un asombroso crecimiento del 15,7% en el cuarto trimestre de 2017 (www.tradingeconomics). Turquía, con la que Rusia se encuentra en un proceso de acercamiento, creció un 5% (Q1 / 2017). Rusia también será capaz de aprovechar el rápido crecimiento de la India (6,1% Q1 / 2017) e Irak 11% (Q4 2016) en el vecindario.
Si bien sigue siendo pequeño en términos absolutos, los países vecinos de Asia Central (de la Unión Económica Eurasiática y de CIS) han mostrado fuertes crecimientos constantes, Uzbekistán (7,8% T1 / 2017), Tayikistán (6,5% T1 / 2017), Kirguistán (6,4% 2017) y Turkmenistán (6,2% T1 / 2017). La mayor de estas economías, Kazajstán, registró un crecimiento del 4,2% en el segundo trimestre de 2017, e incluso Armenia mostró un fuerte crecimiento con un 6,5% (Q1 / 2017).
Al mismo tiempo, no hay crecimiento real en Occidente, y no ha habido ninguno en aproximadamente la última década.
Incluso con la emisión interminable de dinero nuevo en operaciones que la élite occidental eufemísticamente llama “alivio cuantitativo”, no pueden reunir más del 1% o 1,5% de crecimiento nominal en el mejor de los casos. El dinero que están imprimiendo sólo sirve para mantener las economías flotando mientras perpetúan el sistema amañado y revestiendo los bolsillos de la élite en uno por ciento.
Por lo tanto, si Occidente no quiere jugar con Rusia, hay muchos países dispuestos, capaces y en crecimiento que lo harán.

Fuente: AWARA Group