Los bombardeos de la alianza militar NATO a Serbia en 1999 tuvieron un pequeño episodio que muchos rusos recuerdan con alegría. En un despliegue sorpresivo, las tropas rusas tomaron un aeropuerto estratégico cerca de Pristina justo por debajo de las narices de los británicos.
Hace exactamente 20 años, las tropas rusas desplegadas en Bosnia y Herzegovina como parte de la UN-mandated peacekeeping Stabilization Force (SFOR) ejecutaron una operación altamente secreta. En medio de un ejercicio de entrenamiento fuera de su base, 15 transportes blindados BTR-80, dos docenas de vehículos de apoyo y 200 paracaidistas se escabulleron y desplazaron rapidamente hacia el sureste.
Su destino se encontraba a más de 600 kilómetros de distancia en Kosovo, la escindida región serbia que estaba a punto de obtener su independencia de Serbia con el respaldo de una criminal campaña de bombardeos de tres meses por NATO. Los serbios fueron derrotados y acordaron retirarse mientras las tropas de NATO se preparaban para entrar a Sebia. Los rusos corrían contra ellos y los militantes del Kosovo Liberation Army para tomar el control de la Base Aérea de Slatina, el único campo de aviación de Kosovo adecuado para grandes aviones de transporte militar.
Policía serbio da la mano a miembros rusos de las fuerzas de la KFOR el 11 de junio de 1999
La audacia de los rusos dio sus frutos
El rápido despliegue de la pequeña fuerza no fue solo una maniobra militar, sino también un truco político. La intervención de NATO contra Serbia fue muy humillante para Rusia, un aliado histórico y patrón de Serbia, ya que sus objeciones fueron simplemente ignoradas por el bloque militar liderado por Estados Unidos.
Las mentiras son el camino elegido por Estados Unidos para el dominio global – Paul Craig
Arrebatar el aeródromo de Slatina justo antes de que las tropas de NATO lo hicieran fue la manera de Rusia de desafiar a Estados Unidos y mostrar que, a pesar de la debilidad de Rusia en ese momento, Rusia aún era relevante. Fue la contraparte de los militares a la gestión diplomática del Primer Ministro Evgeny Primakov, quien ordenó a su avión que regresara a mitad del vuelo sobre el Atlántico en protesta contra el inicio de los bombardeos de NATO a Serbia.
“El liderazgo militar ruso y yo personalmente estábamos convencidos de que NO habría una respuesta militar de NATO ante esta maniobra audaz”, dijo a RT el general retirado ruso Georgy Shpak, que era el comandante de las Russian Airborne Troops en 1999.
“Además, la operación de mantenimiento de la paz era multinacional, por lo que contamos con que los generales de NATO pasaran mucho tiempo coordinando sus acciones. Y esto es lo que sucedió. La audacia dio sus frutos”.
Justo a tiempo
El contingente militar ruso llegó a la base aérea de Slatina a primera hora de la mañana del 12 de junio, unos 20 minutos antes de la partida de las últimas tropas serbias, dijo el coronel Sergey Pavlov, comandante del batallón que envió el ataque sorpresa, en una entrevista reciente. El dijo que el hecho de que no se haya disparado un solo tiro fue “casualidad, nuestra mayor suerte”.
“Temíamos llegar tarde. Y no se trataba de las tropas de NATO. Teníamos que llegar antes … de los albaneses de Kosovo”, dijo.
“Ellos estaban allí en alerta, escondidos en los arbustos. Llegamos justo a tiempo”.
Parte del crédito por el éxito de la operacion pertenece al equipo avanzado de 18 comandos de inteligencia militar que fueron enviados a Kosovo en mayo para sentar las bases para la operación. El comandante Yunus-bek Yevkurov, quien dirigió el equipo, recibió el mérito más alto de Rusia para la misión, que permanece parcialmente clasificada hasta el día de hoy. Yevkurov hizo una exitosa carrera política después de retirarse del ejército, convirtiéndose en el jefe de Ingushetia, una de las regiones del sur de Rusia.
Irónicamente, la mayor amenaza para la misión fue la de los civiles serbios, que estaban ansiosos por dar la bienvenida a los vehículos rusos en su camino hacia el estratégico aeropuerto. Las entusiastas multitudes de personas que lanzaban flores y vitoreaban, incluso en Pristina en medio de la noche, frenaron la columna militar.
“Ordené cerrar las escotillas y no detenerse por ningún motivo. ¡Vamos, vamos, vamos! La alternativa era parar y no volver a moverse”, dijo el coronel Pavlov.
No Tercera Guerra Mundial para ti
Pocas horas después de la llegada de los rusos, aparecieron las tropas británicas, comandadas por un oficial que luego se hizo famoso en la vida civil: el capitán James Blunt, ahora un famoso cantante. Hubo algunos problemas y disputas, con guardias rusos que en algún momento apuntaron lanzadores de granadas contra la armadura británica para demostrar que hablaban en serio, pero por lo demás, todo era pacífico.
El liderazgo de NATO también tuvo discusiones entre ellos. El general Wesley Clark, el principal comandante estadounidense en Europa en ese momento, empujó al general británico Mike Jackson, quien comandaba a la recién creada Kosovo Force (KFOR), a eliminar a los rusos por la fuerza, pero, según informes, le dijo: “No voy a comenzar la Tercera Guerra Mundial por ti “.
Sin embargo, los enfrentamientos en los niveles superiores de poder no impidieron que los soldados de infantería se llevaran bien. Cuando los rusos comenzaron a quedarse sin suministros varios días después debido a que NATO presionó a Rumania y Bulgaria para que les negaran la entrada a los aviones de transporte rusos, sus compañeros soldados de NATO comenzaron a darles agua. A medida que se calmaban las tensiones, el aeródromo se abrió para los aviones de NATO, mientras que Rusia trajo sus refuerzos sin objeciones. A mediados de octubre, el sitio comenzó a operar como un aeropuerto internacional con tropas rusas y de NATO que brindaban seguridad en conjunto.
La maniobra militar fue un gran impulso moral para el público ruso. Pero no se convirtió en una gran confrontación con NATO, y en última instancia, las potencias occidentales obtuvieron lo que querían: Kosovo se apartó de Serbia, creando un precedente político muy controvertido que aún envenena la política global.
Fuente: RT
