Geopolitica

Tramposo en Jefe: Biden quiere salvar la hegemonía de Estados Unidos reformando el Consejo de Seguridad de la ONU

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instará a la ONU a expandir el Consejo de Seguridad para diluir la influencia de Rusia y China en el organismo, dice la prensa occidental. ¿Podría Biden tener éxito?
Joe Biden “echará un vistazo a la arquitectura del Consejo de Seguridad”, anunció el portavoz del US National Security Council, John Kirby, antes de la reunión de la Asamblea General de la ONU.
Aún así, los medios británicos asumen que el presidente de los Estados Unidos abogará por agregar nuevos miembros al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para debilitar el papel de Rusia y China. Según se informa, Biden quiere agregar a India, Brasil, Alemania, Sudáfrica y Japón al organismo internacional.
Actualmente, el Consejo de Seguridad tiene 15 miembros: cinco de ellos son permanentes (P5) y gozan de poder de veto (Rusia, China, Francia, Reino Unido y Estados Unidos); y 10 son no permanentes, con cinco de ellos elegidos cada año por la Asamblea General por un período de dos años.

“Es una postura vacía, porque Biden sabe que el Consejo de Seguridad de la ONU solo puede ampliarse mediante una enmienda a la Carta de la ONU, y cualquiera de los P5 puede vetarlo”, dijo a Sputnik el profesor Alfred de Zayas, ex experto independiente de la ONU en orden internacional y autor de 10 libros, incluidos “The Human Rights Industry” y “Building a Just World Order”.

“Uno puede suponer que Biden se está uniendo al ‘vagon’ de muchos países y académicos que de manera similar piden la expansión. Quizás los ruidos de Biden sean bien recibidos en África, Asia y Latin América, donde el prestigio de Estados Unidos esta en declive, y Estados Unidos podría sumar puntos a bajo costo”, continuó el ex experto independiente de la ONU.
Biden no es de ninguna manera un innovador: en la XV Cumbre de BRICS, que se convocó en Agosto en Johannesburg, Sudafrica, las naciones del grupo (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) declararon en su declaración final que están a favor de reformar el Consejo de Seguridad de la ONU y ampliar la representación de los países en desarrollo. La declaración de BRICS nombró a Brasil, India y Sudáfrica como nuevos miembros potenciales del Consejo de Seguridad de la ONU.
Por lo tanto, el presidente de los Estados Unidos quiere agregar de facto a dos de los ardientes aliados de Estados Unidos a la lista: Alemania y Japón. Los dos no se agregaron a la composición original del Consejo de Seguridad de la ONU (que se formó inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial) ya que eran los dos principales agresores de la Segunda Guerra Mundial. Además, el Equipo Biden aparentemente quiere ganarse favores con las principales potencias del Sur Global en un aparente intento de arrastrarlos al lado de Estados Unidos.

“Dado que los esfuerzos desesperados de Occidente para expulsar a Rusia, un miembro permanente, del órgano principal de la ONU han fracasado hasta ahora, ellos están intentando una táctica diferente para revisar el P5 para salvar el declive occidental demostrando aún más cuán desconectado está el establishment occidental de la política exterior de la realidad. Estados Unidos ya no puede ganar el juego de ajedrez geopolítico sin intentar cambiar las condiciones de la prueba o las reglas, o haciendo trampa”, dijo a Sputnik Max Parry, periodista independiente y analista geopolítico estadounidense.

Reunión Putin-Xi podría anunciar el fin de hegemonía del dólar y dominación de Estados Unidos

Según Parry, ” las razones que rodean el momento de este intento de proponer cambios no podrían ser más claras, con Estados Unidos atacando prácticamente en todas partes en teatros proxy de conflicto y esferas de influencia.”
“La hegemonía de Estados Unidos se está reduciendo con más y más países en todo el Sur Global que se alejan de Occidente hacia los campamentos de Rusia y China y la guerra proxy en Ucrania ha sido otro desastre de política exterior que ha sido contraproducente geoestratégicamente”, dijo el periodista.
Según Parry, el repentino interés de Estados Unidos en reformar el organismo parece peculiar, dado que las administraciones estadounidenses en muchas ocasiones han desairado y abusado del derecho internacional al lanzar invasiones unilaterales y organizar cambios de régimen ilegales en todo el mundo.

“Ahora que la marea está cambiando, cuando no están tratando de eliminar a Rusia, están haciendo un último esfuerzo para permitir que más países tengan asientos para inclinar la balanza a su favor”, el dijo. Parry duda de que Estados Unidos tenga éxito en su treta. Es mucho más probable que “este movimiento de la administración Biden pueda terminar teniendo un efecto boomerang y resultar en más dolores de cabeza para Estados Unidos”, según el analista.

Por su parte, Alfred de Zayas considera válida la crítica de que la composición del Consejo de Seguridad es obsoleta y ya no refleja la “realidad sobre el terreno”. Sin embargo, es poco probable que la mera adición de los aliados subordinados de alguien (como Alemania y Japón) sirva a la idea de hacer que el cuerpo sea más representativo, sugiere.
“La pregunta es cómo garantizar que los nuevos miembros permanentes no sean títeres de los miembros permanentes más antiguos”, destacó de Zayas. “La paz en nuestro planeta puede garantizarse mejor a través de un acuerdo verdaderamente multipolar y la práctica diaria del multilateralismo.”
Cuando se trata del uso del poder de veto, se debe recordar que es “una herramienta importante para prevenir la escalada y el uso de la fuerza, permitiendo que las iniciativas de mediación y paz avancen”, señaló. De Zayas recordó cómo Estados Unidos manipuló las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU para lanzar su intervención en Libia, que ha desestabilizado el norte de África en las próximas décadas, y cómo Estados Unidos utilizó selectivamente el poder de veto para proteger a sus aliados.

“Ya propuse en mi informe de la Asamblea General de 2013 que los países que hacen uso del poder de veto deberían estar obligados a explicar sus razones en la Asamblea General, coram publico, frente al mundo entero”, enfatizó el experto independiente retirado de la ONU.

Por todo lo anterior, la nueva iniciativa de la administración Biden parece altamente sospechosa y debe ser tomada con recelo por la comunidad internacional, según los interlocutores de Sputnik.

Fuente: Sputnik