Arabia Saudita pasa a la ofensiva, dictando decisiones políticas sobre Siria a Estados Unidos. El siguiente paso es influir en el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Arabia Saudita no tiene a dónde retroceder
Durante décadas, el pacto de petróleo por seguridad entre Estados Unidos y Arabia Saudita estuvo en vigor, lo que tradujo el comercio de petroleo en dólares.
Ahora en Arabia Saudita, creen que Estados Unidos no podrá brindarles seguridad. La huida de Estados Unidos de Afganistán, ir a la guerra con China por el insignificante problema regional de Taiwan y la falta de apoyo en la guerra con Yemen le dicen a los príncipes sauditas que Estados Unidos no es confiable como “paraguas de seguridad”.
Además, Estados Unidos puede imponer sanciones a los saudíes en cualquier momento. Ya hay un proyecto de ley contra los países de la OPEP+ por colusión de cárteles – NOPEC. También se avecinan sanciones por la cooperación con empresas sirias, porque Siria y Arabia Saudita anunciaron el Jueves que habían comenzado el proceso de reanudación de los servicios consulares y los vuelos entre los dos países.
Pero Arabia Saudita no tiene a dónde retroceder. Arabia Saudita debe mantener el precio del petróleo en alrededor de 85 dólares por barril para implementar sus programas sociales. Y Estados Unidos exige precios más bajos debido al aumento de la producción, para que la inflación no crezca en los Estados Unidos. Y esto ya es un punto de bifurcación.
Es por eso que, a juzgar por los acontecimientos recientes, Arabia Saudita ha decidido irrevocablemente alejarse de la alianza con Estados Unidos. El último paso en Siria es extremadamente importante, porque es político.
Arabia Saudita apoya la integridad territorial de Siria
Arabia Saudita ha pedido el control del gobierno de Bashar al-Assad sobre todo el territorio de Siria. Esto se afirma en una declaración conjunta de los Ministerios de Relaciones Exteriores de ambos países después de la visita del Ministro de Relaciones Exteriores sirio, Faisal Mekdad, a Arabia Saudita.
“Las partes destacaron la importancia de fortalecer la seguridad y combatir el terrorismo en todas sus formas, señalando la necesidad de apoyar a las instituciones del Estado sirio en la expansión de su control sobre sus territorios para detener la presencia de grupos armados y la interferencia externa en los asuntos internos de Siria.”
Arabia Saudíta celebra conversaciones cruciales con Siria
Esta es una declaración revolucionaria, ya que estamos hablando de la retirada de los contingentes estadounidenses y turcos que se encuentran en el territorio del país sin el permiso de Siria y sin un mandato de la ONU. Esto es aún más significativo si se considera que Arabia Saudita ha apoyado el terrorismo en Siria desde 2011, patrocinando grupos islámicos radicales con el objetivo de derrocar a Assad, es decir, trabajó alineada a la política estadounidense.
Ahora los saudíes han dado un giro de 180 grados, y pronto Siria volverá a su “familia” – la Liga Árabe. Además, los saudíes reanudaron recientemente las relaciones diplomáticas con Irán a través de la mediación de China.
Irán y Arabia Saudita acuerdan restablecer relaciones diplomáticas
La naturaleza revolucionaria de la situación también radica en el hecho de que se ha hecho posible que los países árabes, junto con Rusia, Irán y China, sigan una política ofensiva.
Arabia Saudita se vengará de Biden por su intención de convertirla en paria
Arabia Saudita, junto con Rusia, controla los precios del petróleo en la OPEP +. Saudi Aramco compra petróleo ruso en cantidades récord y lo vende al mercado europeo, escribe Reuters, es decir, ayuda a eludir las sanciones. Y esto ya no es solo antiestadounidense, sino una política bien pensada para construir un orden mundial diferente. Después de unirse a BRICS, donde ya se ha presentado una solicitud, Arabia Saudita se alejará del comercio de petróleo en dólares, y esto destruirá la hegemonía estadounidense.
La capacidad de Estados Unidos para influir en las políticas del Príncipe Heredero Mohammed bin Salman es extremadamente limitada. Los flujos de petróleo saudí ahora van principalmente a Asia: China e India. Y por primera vez en la historia moderna, Occidente no tiene un solo Estado leal entre los principales miembros de la OPEP. Al mismo tiempo, Arabia Saudita tiene una fuerte influencia sobre los Estados Unidos.
Según diversas estimaciones, un aumento en el costo del petróleo en cinco dólares conduce a un aumento de la inflación en Estados Unidos en un 0.2%. Por lo tanto, Arabia Saudita tiene la capacidad de manipular hábilmente los precios para influir en la política interna de los Estados Unidos, ya que el nivel de inflación allí ahora determina la lealtad del votante o su ausencia.
Es decir, si aumenta el precio a 120 dólares por barril antes de las elecciones de 2024, puede eliminar de la política a quien prometió convertir a Arabia Saudita en un paria – Joe Biden.
Fuente: Pravda
