Un nuevo y sorprendente informe ha desmentido la narrativa de que los campamentos en Rusia para niños del Donbass constituyen “crímenes de lesa humanidad”, socavando por completo las acusaciones que sirven de base para la orden de arresto de la International Criminal Court (ICC) contra el Presidente ruso, Vladmir Putin.
A fines de Marzo, el Fiscal General de la ICC afirmó que el Presidente Putin había cometido personalmente un “crimen de guerra”, citando lo que insistió en que era la “deportación ilegal” y el “traslado ilegal” de niños de las regiones del Donbass que el régimen de Ucrania reclama como propias.
El fiscal de la ICC “parecía haber basado su orden de arresto en una investigación producida por el Humanitarian Research Lab (HRL) de la Yale University”, una entidad financiada por el US State Department cuyo director ejecutivo, Nathaniel Raymond, afirmó recientemente en CNN que “miles de niños están en una situación de rehenes”, según The Grayzone, un medio de investigación estadounidense independiente.
Nula y sin valor legal: ICC emite “orden de arresto” contra Putin
El portavoz del US State Department, Ned Price, aprovechó ese informe, que su empleador financió, para condenar lo que llamó “el sistema ruso de reubicación forzada, reeducación y adopción de niños ucranianos”, una acusación que luego fue repetida por la ICC.
Pero “según el HRL de Yale”, explicó el periodista de Grayzone Jeremy Loffredo en un nuevo informe en video, las escandalosas acusaciones de crímenes de guerra por parte del Presidente ruso se basaron en simples búsquedas en Google, involucraron “cero entrevistas con víctimas reales …y los investigadores ni siquiera intentaron ver ninguno de los campamentos en persona.”
Ahora The Grayzone ha revelado imágenes nunca antes vistas, capturadas por Jeremy Loffredo en Rusia el año pasado, que muestran los supuestos campos de “reeducación” – y no se parecen en nada a lo que afirma el US State Department.
Aunque los investigadores de Yale y la International Criminal Court “probablemente tengan la impresión de que ningún periodista occidental ha estado en estos llamados ‘campos de reeducación'”, explica Loffredo en un nuevo informe en video, “esa suposición sería errónea”. En verdad, dice el periodista, “Yo visité uno de estos campos hace cuatro meses, sin saber que sería tan importante para propaganda de guerra futura.”
En lugar de un campamento de reeducación, explica Loffredo con su coautor, el editor de Grayzone Max Blumenthal, el encontró “un hotel lleno de campistas felices que recibían lecciones gratuitas de música clásica en su idioma nativo ruso de instructores de primera clase.”
Loffredo entrevistó a uno de los instructores del campamento, el profesor de violín Peter Lundstrom, quien dijo que muchos de los 80 niños de la región de Donetsk y Lugansk que vinieron al campamento de música tuvieron experiencia de primera mano con la guerra que ha estado asolando el Donbass durante más de nueve años: “Algunos de ellos perdieron a sus familiares y amigos”, el señala. “En la zona de conflicto, ellos no pueden continuar sus estudios musicales profesionales.”
En una entrevista posterior con The Grayzone, el director ejecutivo de HRL admitió que los campos eran en realidad menos el Tercer Reich y más “oso de peluche”. En otras palabras, el autor principal del informe utilizado para justificar una orden de arresto de la ICC para el presidente ruso pareció reconocer que los niños no están siendo robados, sino que simplemente se les está dando un respiro del trauma de la vida en una zona de conflicto.
Al detallar sus hallazgos en comentarios dados a Sputnik News, Blumenthal dice que su informe “desbarata por completo todo el caso” contra el presidente ruso y “lo expone como un truco de relaciones públicas impulsado por un fiscal hiper-politizado (ICC) coptado por los Estados Unidos y un informe financiado por el US State Department.”
Entre el viaje de Loffredo a uno de los campos en cuestión, el texto original del informe sobre el centro de las acusaciones y la entrevista de The Grayzone con el director del grupo que lo escribió, Blumenthal dice que las “tres capas de investigación periodística” desacreditan totalmente “la acusación de la ICC … que Rusia está dirigiendo una red de campos que tienen a niños como rehenes y cometen un crimen de guerra al deportar ilegalmente a niños ucranianos.”
Pero a pesar de la naturaleza innovadora de sus hallazgos, Blumenthal dice que ni un solo medio de comunicación corporativo Occidental se ha acercado a él en las 24 horas posteriores a la publicación del informe: “Los medios occidentales están haciendo todo lo posible para ignorar esta devastadora desacreditación del informe del HRL de Yale que inspiró la orden de arresto de la ICC”, Blumenthal señaló.
Pero esto no debería ser una sorpresa, dice el galardonado periodista, porque los principales medios de comunicación buscan “evitar que las poblaciones de los países cuyos gobiernos patrocinan esta guerra proxy conozcan la verdad, que es que se trata de una orden de arresto politizada impulsada por una investigación falsa que no se basó en ninguna investigación de campo, cuyo propio informe se desacredita a sí mismo.”
Irónicamente, concluye Blumenthal, está claro que la orden judicial de la ICC y el informe patrocinado por el gobierno de Estados Unidos en el que se basa estaban “diseñados para obstruir la diplomacia con el gobierno ruso con el fin de prolongar la guerra y, por lo tanto, aumentar el nivel de abusos contra los derechos humanos que se estan produciendo.”
Fuente: Sputnik