Estados Unidos no debería esperar que el mundo olvide que fabricó su justificación para la invasión de Irak en 2003, dijo el Sábado el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Ryabkov, a RIA Novosti.
El diplomático ruso hizo el comentario en vísperas del 20 aniversario del ahora infame discurso del entonces US Secretary of State, Colin Powell, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, durante el cual presentó supuestas pruebas de armas de destrucción masiva iraquíes, incluidas las biológicas.
Para apoyar su dicho, Powell exhibió un pequeño frasco de polvo blanco, que se suponía que representaba el ántrax, y le dijo al consejo que Estados Unidos no tenía más remedio que ir a la guerra. Sin embargo, nunca se encontraron armas de destrucción masiva en Irak.
El truco de Powell en la ONU “se ha convertido durante mucho tiempo en el epítome de la hipocresía y la convicción de la élite gobernante de Estados Unidos en su propia impunidad y su derecho indiscutible a educar arrogantemente al resto del mundo”, declaró Ryabkov. El agregó que también era emblemática la voluntad de Estados Unidos de “usar la fuerza contra un oponente obviamente más débil para preservar su propia hegemonía global.”
Sin embargo, el diplomático sugirió que – a diferencia de la década de 2000 y durante la campaña de bombardeo de Yugoslavia por NATO en 1999 – Estados Unidos no podía salirse con la suya con su “bandolerismo internacional” en las condiciones actuales.
“En el panorama geopolítico que cambia rápidamente, Estados Unidos ahora es objetivamente incapaz de recurrir a un escenario de uso de la fuerza cada vez que lo desee, sin enfrentar graves consecuencias”, el dijó, señalando la “huida humillante” de las tropas estadounidenses de Afganistán en 2021.
Sin embargo, como lo ha demostrado la “intromisión” de Estados Unidos en el conflicto de Ucrania, este revés no ha impedido que Estados Unidos adopte sus viejas costumbres, continuó el diplomático.
“Los estadounidenses tendrán que adaptarse a los nuevos rieles y deshacerse del síndrome de impunidad que se manifestó tan claramente durante el escándalo de los viales de ántrax. Lo mismo se aplica a tomar en cuenta a Rusia y China, así como a otros actores internacionales importantes que están dando forma a un orden mundial multilateral más justo”, dijo Ryabkov.
Estados Unidos no debe abrigar ninguna esperanza de que “los recuerdos de lo que sucedió hace 20 años queden enterrados en las arenas movedizas de la historia moderna”, Ryabkov concluyó.
Fuente: RT
