El orden mundial unipolar y su atributo clave, el dominio de Occidente, son cosa del pasado. El Hemisferio Norte ha visto un regreso a la Guerra Fría y la confrontación de los dos polos: Estados Unidos y NATO, por un lado, y Rusia y China, por el otro, dijo el Martes el presidente del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales (IMEMO) de la Academia de Ciencias de Rusia, Alexander Dynkin, en la inauguración del foro internacional de expertos Primakovsky.
“Un mundo unipolar con su modo de gobierno global que desafía la diversidad del mundo moderno y el surgimiento de otros estados no occidentales es cosa del pasado. Es prematuro juzgar cuál será la estructura de un futuro orden mundial. Es obvio, sin embargo, que la Guerra Fría está de vuelta en el hemisferio Norte. Una nueva bipolaridad es un hecho de la vida, con Estados Unidos y otros países de NATO en un polo, y Rusia y China en el otro”, el dijo.
Expansión y resistencia
Dynkin subrayó que “la interminable expansión de NATO hacia el este se ha topado con la resistencia de Rusia.”
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“En sus intentos por mantener su posición dominante en el mundo y mantener su nivel actual de consumo interno, Estados Unidos, en solo dos décadas del siglo XXI, ha arruinado 16 acuerdos e instituciones importantes de gobernanza global – los relacionados con el control de armas, el clima, la economía global y el Ártico”, el continuó. “Los tratados y organizaciones internacionales liquidados tenían una característica común – la ausencia de dominio estadounidense o el principio de prioridad o consenso de la actividad.”
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Esta “triste verdad”, dijo Dynkin, indica que se están descuidando realidades políticas que no encajan con las narrativas ideológicas occidentales, mientras que “la experiencia más profesional a menudo permanece sin explotar debido a activos geoestratégicos exorbitantes.”
“La razón de estos fracasos, entre otras cosas, se puede ver en la obsesión con el modelo de planificación estratégica exclusivamente centrado en Occidente y los intentos de construir los escenarios del desarrollo mundial completamente sobre la experiencia histórica europea o transatlántica. Irak, Siria, Libia y la catástrofe afgana fueron los hitos dramáticos de tal terquedad ideológica y desafío continuo a la realidad. Ahora es el turno de Europa del Este y Ucrania”, dijo el académico.
Fracasos intraoccidentales
Dynkin señaló lo que describió como “cambios dramáticos” en marcha en la política interna de las sociedades occidentales.
“La desigualdad ha ido creciendo en los últimos 40 años. Originalmente confinada a la esfera humanitaria, la desigualdad ahora también ha adquirido dimensiones ambientales, epidemiológicas y digitales. Durante todo el período que se examina, el índice mundial de desarrollo humano ha estado en declive durante dos años consecutivos. En 2020 y 2021, se redujo en más del 90% en los países de todo el mundo”, recordó Dynkin. “Esta es también una clara señal de que el contrato social que ha estado vigente durante siglos en la parte desarrollada del mundo ha expirado. De acuerdo con ese contrato, cada generación siguiente era más próspera que la anterior. En promedio, los niños tuvieron más éxito que sus padres. En estos días, esta fórmula de contrato social funciona mucho mejor en Eurasia que en el área euroatlántica, que está muy bien vista en Vietnam, Uzbekistan, India, Malasia, etc.
Fuente: TASS
