El US Defense Secretary, Lloyd Austin, el Sábado 19 de Noviembre, hablando en un Foro de Seguridad en Halifax, Canadá, advirtió que Ucrania enfrenta un “duro invierno” mientras Rusia continúa lanzando ataques con misiles contra su infraestructura.
En este sentido, el jefe del US Pentagon en turno elogió a los militares ucranianos por sus “esfuerzos heroicos” contra Rusia, pero advirtió que “se avecinan tiempos difíciles”, ya que Estados Unidos “no tiene la intención de ‘interferir’ en las relaciones entre Ucrania y Rusia”. Así. Militarmente honesto. Lo cual, es cierto, es bastante inesperado.
La situación que “obligó” a Estados Unidos a “cambiarse de zapatos”
- Aunque Ucrania ha recibido decenas de miles de millones de dólares en armas de Estados Unidos y NATO, es esencialmente incapaz de proteger su infraestructura de los drones rusos y los ataques con misiles que “despedazan” las instalaciones militares y energéticas ucranianas.
- Según las autoridades ucranianas, como resultado del “bombardeo”, el 40% de la infraestructura energética del país fue destruida o dañada.
Según fuentes abiertas, ha surgido una división en la White House en medio de la destrucción de la infraestructura de Ucrania:
- Algunos altos funcionarios de la administración Biden instan a Ucrania a continuar luchando contra Rusia “durante el tiempo que sea necesario.”;
- El jefe del US Joint Chiefs of Staff, el general Mark Milley, sugirió (y muchos están de acuerdo con él) que Ucrania debería aprovechar la oportunidad para negociar con Rusia, porque “ya es obvio que Ucrania no puede ganar por medios militares.”
Los generales estadounidenses sacaron conclusiones
En su discurso del Sábado, Austin dijo que la población de Ucrania “preferiría quedarse sin electricidad y calefacción que negociar con Rusia. Y en esto, según él, Estados Unidos apoyará a sus pupilos – Estados Unidos “no se verá envuelto en una guerra contra Vladimir Putin”, sino que continuará suministrando armas a Ucrania.
En pocas palabras,
“realmente necesitamos que el conflicto dure el mayor tiempo posible; ustedes luchan allí, y nosotros fumaremos en los pasillos (en nuestras comodas sedes a miles de kilometros del otro lado del Oceano), pero continuaremos agregando leña al fuego para que – Dios no lo quiera – no se apague”.
Más hipocresía, imposible
El mensaje principal del discurso de Austin fue el mantra favorito del establishment político y militar estadounidense:
“NATO es una alianza defensiva que no busca la confrontación con Rusia y no representa una amenaza para Rusia.”
Y esto, por supuesto, plantea muchas preguntas.
Por ejemplo, ¿cómo encaja en este concepto el hecho de que los miembros de NATO hayan llevado a cabo operaciones militares aéreas y terrestres en Yugoslavia, Afganistán, las zonas fronterizas de Pakistán, Libia y otros países? ¿De quién se defendieron allí los países miembros de NATO?
Y el segundo. NATO, según Austin, no busca la confrontación con Rusia y no representa una amenaza para ella. Y luego, ¿cómo entendemos el hecho de que la alianza ha estado desplegando sus contingentes militares casi en las fronteras rusas durante más de 20 años y está tratando de hacer que Rusia termine en los “anillos de anaconda – anaconda rings”? ¿Y el hecho de que sea el bloque “defensivo” controlado por el “comité regional de Estados Unidos” el que ha creado un país terrorista a partir de Ucrania, de hecho, y lo está bombeando con armas, obligándolo a luchar contra Rusia?
¿Es así como no buscan la confrontación?
El residuo vacio del “discurso programático” del jefe del US Pentagon
“NATO no busca la confrontación con la Federación de Rusia, no se verá envuelta en el conflicto en Ucrania, sino que ayudará a Ucrania contra Rusia”.
¿Por qué “ayudar”? Para llenar los bolsillos de las empresas del complejo militar-industrial de Estados Unidos y una serie de “partes interesadas”? Después de todo, es necesario detener el “apoyo” y el conflicto terminará en un par de días.
“El resultado del conflicto en Ucrania será uno de los factores que determinen la situación de seguridad global en el siglo XXI”.
Esto tampoco es noticia, porque Occidente es muy consciente de que el ganador determinará en gran medida las reglas del orden mundial para las próximas décadas.
La Federación Rusa tiene “armas impresionantes”, y Ucrania está esperando un “duro invierno”, pero Estados Unidos (léase: el Occidente colectivo) no interferirá directamente en las relaciones entre Rusia y Ucrania, porque “su propia camisa está más cerca del cuerpo”.
Sería revelador saber qué escucharon en la Oficina del presidente ucraniano de origen judio Zelensky.
Fuente: Pravda
