La Autoridad Palestina, respondiendo enfurecidamente al reconocimiento del presidente Trump de que Jerusalén es la capital de Israel, dijo el miércoles que rechazaría los esfuerzos de los Estados Unidos para actuar como un pacificador en la región.
“Estados Unidos ha elegido perder su calificacion como mediador … Ya no aceptaremos que tenga un rol en el proceso político “, dijo el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas.
Abbas habló en Estambul, Turquía, en una sesión especial de la Organization of Islamic Cooperation de 57 miembros, reunida para abordar la crisis sobre el estatus de Jerusalén. Abbas propuso que las Naciones Unidas asumieran el papel de mediador neutral.
El anuncio se produjo tres días antes de que el vicepresidente Mike Pence viaje ahi a una visita con el objetivo de avanzar en el plan de paz de Trump para el conflicto palestino-israelí.
El Departamento de Estado dijo que los Estados Unidos seguirían trabajando para estructurar ideas para un plan de paz que se presentará a las partes el próximo año. “Esperamos continuar trabajando con ambas partes”, dijo la portavoz del departamento Heather Nauert en Washington. “El presidente está comprometido con este proceso de paz, tan comprometido como siempre lo estuvo”.
Abbas anunció la semana pasada que no se reuniría con Pence, quien, según parece ahora, se reunirá solo con funcionarios israelíes. La Joint List, el tercer partido político más grande de Israel, que representa gran parte del sector árabe de la sociedad israelí, dijo que también boicotearía la visita de Pence.
Los líderes cristianos en el Medio Oriente también denunciaron la decisión de Trump sobre Jerusalén, y no estaba claro si Pence se reunirá con alguno de los líderes cristianos locales durante su visita.
La semana pasada, los patriarcas y jefes de las iglesias de Jerusalén publicaron una rara carta conjunta dirigida a Trump, suplicándole que reconsiderara. “Nuestro solemne consejo y declaración es que Estados Unidos continúe reconociendo el estado internacional actual de Jerusalén”, escribieron.
El Papa Tawadros II, líder de la Iglesia copta de Egipto, que es la comunidad cristiana más grande del mundo árabe, también anunció que boicotearía a Pence.
Tales desaires son raros, y sin precedentes, para un alto funcionario estadounidense visitando Israel.
La comunidad internacional ha considerado a Jerusalén un territorio en disputa desde el final de la Guerra de los Seis Días en 1967, cuando las fuerzas israelíes tomaron el control de la parte oriental de la ciudad que había estado en poder de Jordania desde 1948. Jerusalén Occidental es ampliamente reconocida como legítimamente israelí , aunque las embajadas han permanecido en la capital económica de Israel, Tel Aviv.
En el otro lado de la línea divisoria, el gobierno israelí ha apoyado incondicionalmente el anuncio de Trump.
Hablando en una ceremonia en honor a destacados miembros de los servicios de inteligencia israelíes, el primer ministro Benjamin Netanyahu instó a los palestinos a “reconocer la realidad y trabajar por la paz, no por la radicalización y reconocer otro hecho sobre Jerusalén: no solo es la capital de Israel, sino también mantenemos la libertad de religión en Jerusalén para todas las creencias y somos nosotros quienes mantenemos esta promesa en el Medio Oriente como ninguna otra lo hace, y a menudo fracasan vergonzosamente “.
De la gran consternación por la acción de Trump, Netanyahu dijo: “Todas estas declaraciones no nos impresionan”.
La decisión de Trump sobre Jerusalén ha sido ampliamente condenada en todo el mundo por naciones y organizaciones internacionales, como la Unión Europea y la Liga Árabe.
El miércoles, una sesión del gabinete saudí encabezada por el rey Salman pidió a Trump que rescindiera su proclamación y enfatizó la posición saudita de que los palestinos tienen “el derecho de establecer su estado independiente con Jerusalén Oriental como su capital”.
La declaración, al centrarse en Jerusalén Este, implicó el reconocimiento de la soberanía israelí sobre Jerusalén Occidental, donde se encuentran todos los ministerios del gobierno israelí, la Corte Suprema y el parlamento.
Abbas, en un discurso apasionado en Estambul que duró más de una hora, instó a las naciones a “reconsiderar su reconocimiento de Israel por su conducta hacia los palestinos y su rechazo a las decisiones de la comunidad internacional con el respaldo de Estados Unidos”.
Abbas también anunció que la Autoridad Palestina, que tiene autonomía política y comparte responsabilidades de seguridad con Israel pero no tiene fronteras fijas, solicitará al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas la membresía plena de Palestina como estado.
Un comunicado conjunto emitido al final de la cumbre de la Organization of Islamic Cooperation calificó la decisión de Trump como “irresponsable, ilegal y unilateral”, “nula y legalmente inválida”. Incluso Irán y Arabia Saudita, antagonistas que se oponen en casi todos los conflictos del Medio Oriente , ambos firmaron el comunicado.
Trump ha hablado durante mucho tiempo de negociar un plan de paz para Medio Oriente, al cual se ha referido como “el acuerdo definitivo”. Pero los detalles del plan siguen siendo un misterio. Diplomáticos europeos que asistieron a una reunión el lunes en París entre Netanyahu y el presidente francés Emmanuel Macron dijeron que ninguno de los líderes ha visto ningún plan.
El martes, el secretario de Estado Rex Tillerson dijo que trasladar la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén podría demorar tres años, pero el ex embajador de Estados Unidos en Israel, Dan Shapiro, dijo en una entrevista que cree que un plazo de “cinco a diez años” es más realista.
Al finalizar sus comentarios del miércoles, Netanyahu predijo que “al final la verdad ganará, y muchos países reconocerán a Jerusalén como la capital de Israel y transferirán sus embajadas”.
Fuente: Los Angeles Times
