El caso del US State Department para el despliegue de armas nucleares tácticas es un caso de estudio en proyección psicológica no visto desde los días más oscuros de la Guerra Fría y su amenaza siempre presente de un holocausto atómico que termine con el mundo y la humanidad.
El pasado Febrero, el US Pentagon anunció que la US Navy ha enviado el primer lote de misiles balísticos (SLBM) con ojivas nucleares de bajo rendimiento W76-2 lanzados desde submarino. Un artículo de la State Department’s Bureau of Arms Control, publicado la semana pasada, tenía como objetivo explicar el razonamiento detrás de ese movimiento y “desacreditar” a los críticos. El documento de 10 páginas fue respaldado por el acting Under Secretary for arms control Christopher Ford, quien elogió los misiles como elementos para “reducir los riesgos nucleares netos”.
El miércoles, sin embargo, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, calificó el movimiento como “una difuminación deliberada de la línea entre las armas nucleares no estratégicas y estratégicas” que “inevitablemente conduce a una disminución del umbral nuclear y un aumento en la amenaza de conflicto nuclear.”
“Todos los que quieran hacer esto deben entender que, de acuerdo con la doctrina militar rusa, tales acciones se considerarán la base para el uso recíproco de armas nucleares por parte de Rusia”.
En la raíz de esta discrepancia hay un malentendido fundamental. Foggy Bottom y el US Pentagon están basando sus argumentos no en la doctrina o comportamiento ruso real, sino en su creencia en cuanto a lo que podrían ser.
Por ejemplo, existe una suposición incuestionada en los círculos políticos de los Estados Unidos de que Rusia tiene una doctrina nuclear descrita como “escalar para desescalar”, que “supuestamente busca desescalar un conflicto convencional a través de amenazas coercitivas, incluido el uso nuclear limitado “, según un testimonio del Congreso de 2015 del entonces Deputy Secretary of Defense Robert Work.
Como señaló el ex inspector de armas de la ONU Scott Ritter, las propias palabras de Work revelan que esta no es la doctrina rusa real, sino la interpretación de ella por parte de algunos analistas estadounidenses. El que originó esta fantasía absoluta es irrelevante; que se ubica junto a la “experiencia” de Molly McKew en la postura nuclear rusa o la aceptación igualmente generalizada de la inexistente “Doctrina Gerasimov.”
El documento del US State Departament se basa en suposiciones de Work sobre Rusia, ya que literalmente habla sobre el “objetivo de disuasión de Estados Unidos para socavar la confianza rusa de que puede controlar la escalada en una guerra nuclear”.
Al intentar entender de dónde puede haber venido esta noción, recordé un libro de ficción de 1978 sobre la Tercera Guerra Mundial por Sir John Hackett, un general británico. Hackett imaginó un ataque nuclear soviético contra una capital europea de un pais miembro de NATO después de que la guerra convencional comenzó a ir mal para la URSS. En el libro, NATO responde con un ataque nuclear contra Minsk, Bielorrusia y la guerra termina con un golpe de estado en Moscú por parte de los nacionalistas ucranianos (¡deténgame si usted ha escuchado eso antes!). Puede sonar de locura que una fantasía de hace 42 años parezca ser la base del pensamiento estadounidense sobre la estrategia rusa actual, pero aquí estamos.
La otra cosa que es francamente alarmante sobre el articulo del State Departament es su suposicion de una “respuesta limitada para demostrar resolución”. Teniendo en cuenta que Estados Unidos es el único país del mundo que ha usado armas nucleares en combate – principalmente contra objetivos civiles, nada menos – no hay razón para que nadie dude de la “resolución” de Estados Unidos. Leea su argumento; parece ser un hombre de paja gigantesco, compuesto de ilusiones, proyección e imágenes espejo – errores de libros de texto que sus autores deberían haber conocido mejor que hacer.
Lo que nos lleva al malentendido fundamental en el trabajo aquí. A lo largo de sus 244 años de historia, casi todas las guerras de Estados Unidos se han librado en el extranjero y por elección. Por el contrario, las guerras rusas tienden a lucharse en casa y contra invasores extranjeros. Los rusos no piensan en la guerra en términos de postura, sino en términos de vida o muerte. Ellos no necesitan “demostrar resolución”, no después de innumerables actos documentados de valentía contra adversidades abrumadoras.
Además, el presidente ruso, Vladimir Putin, literalmente, explicó la doctrina nuclear de su país en 2018, en dos ocasiones diferentes. “¿Por qué querríamos un mundo sin Rusia? Dijo en Marzo, ilustrando la noción de que Moscú está dispuesto a usar armas atómicas si la supervivencia de Rusia estaba en peligro, incluso si esto ocurre por medios convencionales. Varios meses más tarde, en octubre, fue aún más gráfico.
“Cualquier agresor debe saber que la retribución será inevitable y será destruido. Y como seremos víctimas de su agresión, iremos al cielo como mártires. Ellos simplemente caerán muertos, ni siquiera tendrán tiempo para arrepentirse”.
Sin embargo, aquí están el US Pentagon y el US State Departament, ignorando esta realidad observable a favor de sus propias ilusiones que bien pueden basarse en fantasías de décadas de antigüedad de un mundo que hace mucho tiempo se ha ido. Como Zakharova señala correctamente, eso no está haciendo que el mundo sea más seguro – ni siquiera un poquito.
Fuente: RT