La inteligencia militar estadounidense intentó dar la alarma sobre la epidemia de coronavirus en China cuando aún era embrionaria en noviembre, afirman fuentes internas – levantando questionamientos sobre lo que sabían y quién ignoró o aplastó el informe.
La epidemia de coronavirus no solo había comenzado a salirse de control en Wuhan en noviembre de 2019, sino que los analistas militares ya estaban advirtiendo que “podría ser un evento catastrófico” tanto para China como para Estados Unidos, dijeron a ABC el miércoles cuatro fuentes familiarizadas con las sesiones informativas. Los analistas del National Center for Medical Intelligence (NCMI), una subsidiaria de la Defense Intelligence Agency del US Pentagon, habían estado tratando de alertar a los funcionarios del Penragon y de la administración de Donald Trump de la inminente catástrofe durante meses antes de que el país finalmente tomara medidas, afirman las fuentes.
Sobre la base de un análisis detallado de comunicaciones (de computadora y telefono) interceptadas e imágenes de satélite, el NCMI proyectó que un contagio virulento que ya se estaba saliendo de control en Wuhan pronto amenazaría no solo a China sino a las tropas estadounidenses estacionadas cerca. Lo más intrigante es que las fuentes insinúan que los analistas podrian haber comenzado a investigar la epidemia en desarrollo incluso desde un tiempo atras, dada la línea de tiempo para cuando el material cruzó el escritorio del presidente Trump. Para cuando las advertencias de la agencia llegaron al Daily Brief (Informe diario) del Presidente a principios de enero, habrían tenido que someterse antes a “semanas de investigación y análisis.”
Coronavirus sería un arma de guerra biológica – científicos
“La línea de tiempo del lado de la Inteligencia estadounidense de esto puede estar más atrás de lo que estamos discutiendo”, dijo una fuente a ABC, sugiriendo que “informes preliminares de Wuhan” se remontan incluso antes que el informe NCMI, que fue ampliamente publicado entre la comunidad de inteligencia antes del Thanksgiving day y generó varios boletines de la comunidad de inteligencia que supuestamente describian la propia respuesta de China al crecimiento del brote epidemico. China sabía que el coronavirus se había salido de control, alegan las fuentes, pero trató de mantenerlo en secreto – una afirmación que curiosamente la administración Trump ha hecho eco repetidamente en los meses transcurridos desde entonces.
Las nuevas revelaciones colocan la línea de tiempo para los orígenes del virus mucho más cerca de las controvertidas afirmaciones del portavoz de política exterior chino Lijian Zhao, quien afirmó el mes pasado (aunque sin pruebas reales) que el ejército estadounidense había llevado el virus a Wuhan cuando enviaron una delegación a los Military World Games a mediados de Octubre.
La administración Trump ha sido criticada de arrastrar los pies en su respuesta a la epidemia de coronavirus, minimizando la posible interrupción que la enfermedad causaría incluso cuando paralizo la economía de China y obligó a millones a ponerse en cuarentena. Si bien el presidente insistió que “nadie podría haber sabido” que el virus causaría tales estragos en los Estados Unidos, no hay forma de que la administración Trump no pudiera haber visto la información en el informe del NCMI, el ex deputy assistant defense secretary Mick Mulroy dijo a ABC, alegando que “esta sería una alarma significativa que se habría desencadenado” y “literalmente, todas las agencias de inteligencia-coleccion” se habrian visto involucradas en dar seguimiento y responder a la amenaza.
Pero el Defense Secretary, Mark Esper, dijo a ABC que no estaba al tanto del problema que se presentaba ante el National Security Council en Noviembre o Diciembre. No se recibió ninguna respuesta oficial de la administración hasta que Trump cerró la frontera a los vuelos desde China a fines de enero – al mismo tiempo insistió en que no había nada de qué preocuparse (y, si las ventas de acciones de múltiples senadores eran una indicación, diciéndole al Congreso algo diferente). Peor aún, no solo varias agencias gubernamentales llevaron a cabo varios “juegos de guerra” pandémicos en los meses previos al brote, sino que también tuvieron un desempeño deficiente, haciendo muchos de los mismos errores que repetirían fielmente en la vida real.
La administración también tuvo el ejemplo de China para aprender, con respecto a la importancia de las pruebas tempranas y la inutilidad de “cerrar la puerta del granero” (encerrando a grandes segmentos de la población) después de que el caballo desapareciera (después de que la enfermedad ya se había extendido por todo el país). Como resultado, la economía de Estados Unidos se encuentra en ruinas y millones de estadounidenses están sin trabajo, y la nación todavía tiene el mayor número de infecciones en el mundo, la disminución de las existencias de suministros médicos, y no hay esperanza de volver a trabajar en el corto plazo.
Fuente: RT