La Central Intelligence Agency (CIA) estadounidense y la inteligencia alemana espiaron las comunicaciones secretas de los gobiernos de todo el mundo durante décadas en una asociación encubierta, controlando a una influyente empresa de encriptado e instalando vulnerabilidades de puerta trasera (backdoor) en sus productos.
Fundada durante la Segunda Guerra Mundial, la empresa suiza de criptografía, Crypto AG, ha proporcionado dispositivos de primera línea para encriptar comunicaciones a unos 120 países. A partir de 1970, sin embargo, la CIA y el entonces foreign intelligence service de Alemania Occidental, el BND, compraron y controlaron en secreto la compañía Crypto AG, utilizando sus dispositivos para espiar a enemigos y aliados por igual, según una investigación conjunta del Washington Post y la German public broadcaster ZDF, basada en una historia interna clasificada de la CIA.
Apodado primero “Thesaurus” y más tarde renombrado “Rubicon”, la CIA elogió la operación de décadas de duración como el “golpe de inteligencia del siglo” en su historia clasificada.
“Gobiernos extranjeros estuvieron pagando una buena cantidad de dinero a los Estados Unidos y Alemania Occidental por el privilegio de que sus comunicaciones más secretas pudieran ser leidas por al menos dos… países extranjeros”.
Aunque las agencias de inteligencia formaron una relación con la empresa Crypto AG poco después de la Segunda Guerra Mundial, estas intensificarían su papel en 1970 después de un acuerdo de $ 5 millones de dolares para comprar y hacerse cargo de la compañía. A partir de ahí, las agencias controlaron prácticamente todas las partes de las operaciones de Crypto AG, desde las decisiones de contratación, la dirección de los objetivos de ventas y el diseño de sus dispositivos de encriptado de alta tecnología – con puertas traseras secretas (secret backdoors) accesibles solo para ellos, por supuesto.
Los clientes de la compañía, ninguno de los cuales se dio cuenta de la participación de las agencias de inteligencia (CIA y BND), incluían a Irán, varios gobiernos latinoamericanos, India, Pakistán e incluso el Vaticano. A lo largo de la década de 1980s, alrededor del 40 por ciento de todos los cables diplomáticos y otras transmisiones gubernamentales analizadas por la US National Security Agency (NSA) pasaron por los dispositivos de Crypto AG, lo que sugiere que las agencias extrajeron una gran cantidad de material de la operación de escucha.
La CIA corrió una vuelta de la victoria sobre el aparente éxito de Rubicon en su historia de 96 páginas, regodeándose:
“Imagínese la idea del gobierno estadounidense convenciendo a un fabricante extranjero para forzar equipos a su favor … Habla de un bravo nuevo mundo”.
Si bien tanto China como la antigua Unión Soviética desconfiaban de Crypto AG y nunca hicieron uso de sus productos durante el apogeo de Rubicon durante la Guerra Fría, los dispositivos comprometidos se utilizaron para reunir información durante una serie de eventos geopolíticos de alto perfil – incluido el espionaje a los líderes iraníes durante la crisis de rehenes de 1979, y para alimentar informacion al Reino Unido sobre el ejercito Argentino durante la guerra de las Malvinas.
Crypto AG ganó millones de dólares a lo largo de la operación de casi 50 años, con las ganancias divididas entre las dos agencias. Mientras que el BND supuestamente utilizó algunos de los fondos para financiar sus propias operaciones de campo, la CIA aprovechó sus ganancias para comprar firmas de criptografía competidoras, aparentemente con la esperanza de acorralar el mercado y canalizar las ventas a traves de Crypto AG.
El BND se retiró del acuerdo en 1993 por lo que la CIA denominó una “tormenta de publicidad”, después de que un empleado de Crypto fuera encarcelado en Irán y la agencia alemana se viera obligada a pagar un rescate considerable para asegurar su liberación. La CIA, sin embargo, simplemente compró la parte de BND después y mantuvo la operación en funcionamiento hasta 2018, cuando se cree que vendió los activos de la compañía. Para entonces, la prominencia de la empresa había disminuido debido al aumento de la tecnología de encriptado de Internet más barata, aunque no está claro si la CIA alguna vez cortó por completo los lazos con la compañía.
Sin embargo, los actuales propietarios de la compañía – que desde entonces renombraron a la empresa como Crypto International – han negado cualquier conocimiento de participación con agencias de inteligencia.
“Nosotros en Crypto International nunca hemos tenido ninguna relación con la CIA o BND – y por favor cítame”, dijo el presidente de la compañía, Andreas Linde, al Washington Post.
“Si lo que estás diciendo es cierto, entonces me siento absolutamente traicionado, y mi familia se siente traicionada, y siento que habrá muchos empleados que se sentirán traicionados asi como clientes.”
El gobierno suizo, por su parte, ordenó una investigación sobre la supuesta operación de recolección de inteligencia de décadas de duración el martes.
Fuente: RT